El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, buscará este miércoles en Jamaica fortalecer la influencia de Estados Unidos en el Caribe, una región cercana en los últimos años a la Venezuela del fallecido Hugo Chávez y de su sucesor, Nicolás Maduro.
Jamaica es la última parada de una gira de Pompeo por Latinoamérica y el Caribe, que lo llevó el lunes a Colombia y el martes a Costa Rica, y que estuvo marcada por la crisis venezolana, agudizada luego de que Maduro asumiera hace un año un segundo mandato tras una cuestionada reelección.
“Mantendré un importante encuentro con líderes caribeños para analizar cómo podemos trabajar juntos en la promoción de nuestros valores democráticos comunes y la prosperidad de nuestros pueblos”, dijo Pompeo, al detallar su viaje en un discurso el viernes en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Las naciones caribeñas han sido por años beneficiarias de generosos subsidios petroleros del gobierno chavista a través de la alianza energética Petrocaribe, cuyos aportes han mermado en medio de la debacle económica de Venezuela y la caída de su producción de crudo.
Y esa cercanía parece estar cambiando.
En Kingston, capital de uno de los principales aliados de Estados Unidos en el Caribe, Pompeo participará este miércoles en una mesa redonda con los cancilleres de Jamaica, Bahamas, Belice, Haití, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves y Santa Lucía, dijo un funcionario diplomático estadounidense.
“Pondrá énfasis en nuestro favorecimiento de la democracia, los derechos humanos, el desarrollo y la cooperación en seguridad”, señaló en una sesión informativa previa al viaje en la que prefirió no ser identificado.
– Con Trump en Mar-a-Lago –
Líderes de esos países, con excepción de Belice y San Cristóbal y Nieves, se reunieron en marzo de 2019 con el presidente Donald Trump en su resort Mar-a-Lago, en Florida, para reafirmar la “fuerte amistad” compartida y discutir oportunidades de inversión.
La cita, después de que el jefe parlamentario venezolano Juan Guaidó se declarara el 23 de enero de 2019 presidente interino con miras a desalojar a Maduro del poder y organizar nuevas elecciones “libres y justas”, fue para muchos un premio a estos países por apoyar una resolución en la OEA que desconoció el segundo mandato de cinco años de Maduro.
El acercamiento de estos países a Washington contradice la tradición de cohesión de la Comunidad del Caribe (Caricom), un mecanismo de integración de 15 miembros establecido en 1971 y caracterizado por una fuerte disciplina a la hora de defender sus intereses.
De estas naciones, solo República Dominicana no integra el Caricom.
La visita de Pompeo a Kingston incluye una reunión con el primer ministro Andrew Holness.
“La estrecha asociación de Jamaica con Estados Unidos es un modelo para la región del Caribe”, dijo el martes el Departamento de Estado en un comunicado sobre la relación bilateral.
El texto subrayó la defensa de los derechos humanos y la democracia que ambos países han ejercido en la OEA. Y enumeró numerosos proyectos de inversión y de asistencia de Estados Unidos en la isla en los últimos tiempos.
– Almagro, “paladín de la libertad” –
El apoyo de países caribeños es clave para la reelección de Luis Almagro como secretario general de la OEA, una causa que el gobierno de Trump impulsa activamente.
“El secretario Almagro merece todo nuestro respeto y admiración”, dijo Pompeo en la sede de la OEA. “Es un verdadero paladín de la libertad en todo nuestro hemisferio”.
El martes, Pompeo agradeció el apoyo de Costa Rica a Almagro.
“El presidente (Carlos) Alvarado y yo estamos de acuerdo en que merece ser reelegido”, dijo el secretario de Estado en una conferencia de prensa conjunta tras reunirse en San José.
Almagro, excanciller uruguayo, es polémico en el bloque regional por su férrea oposición a Maduro y por dejar de lado la tradición de la OEA de resolver todo por consenso, lo cual le ha valido críticas de los caribeños.
Para renovar el 20 de marzo su mandato hasta 2025, el actual secretario general necesita una mayoría simple de 18 de los 34 países miembro activos del organismo.
Una de sus competidoras, la expresidenta de la Asamblea General de la ONU y excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, fue presentada por Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas y dice tener el apoyo de otros países caribeños. AFP