Un grupo de científicos logró reproducir con exactitud la voz de una persona que vivió hace más de 3.000 años. Se trata de Nesyamun, un egipcio que vivió durante el reino de Ramsés XI (del 1099 al 1069 A.C), un período que expertos califican como políticamente volátil.
Nesyamun trabajó como escriba y sacerdote en el templo de Karnak, en Tebas (ahora Luxor), por lo que su voz era también una de sus herramientas. Debido a su status en la sociedad egipcia, fue fue momificado y enterrado en un sarcófago.
Mediante los jeroglíficos inscritos en él, que transmiten su mensaje póstumo, el sacerdote pidió que su alma recibiera sustento eterno, pudiera moverse libremente y hablar con los dioses como lo había hecho durante su vida terrenal.
En consecuencia, el proyecto “voces del pasado”, lo consideró como un el sujeto ideal para revivir su voz. “Cumplió su deseo de que su voz pudiera ser perpetuada”, el doctor David Howard, un científico que estudia la naturaleza de la voz en la University of London y co-autor del estudio, dijo en una entrevista con The New York Times.
Nesyamun, indicó, era el sujeto ideal: no solo había expresado el deseo de hablar después de morir, sino que su cuerpo es también uno de los mejores preservados -y por ende investigados- del período. Descubierto en 1824, ha sido exhibido en la universidad de Leeds desde entonces y sometido a distintos estudios que permitieron determinar que murió cuando promediaba sus 50 años y que, si bien tenía infecciones en sus encías y dientes altamente deteriorados, su “mandíbula fuerte y desarrollada”.
Howard explicó la manera en que su equipo logró reproducir el sonido: basándose en una serie de tomografías del cuerpo, crearon un modelo en tres dimensiones de su boca y su garganta. Luego lo combinaron con un programa de software que permite crear una onda sonora que funciona como una “laringe artificial”. El resultado: la que hubiera sido la voz del sacerdote que, según los autores del estudio, se corresponde con las vocales usadas por los humanos actuales.
El científico explicó que, si bien no fue posible recrear palabras u oraciones, el estudio podría tender los cimientos para que se logre en el futuro. “Creo que es perfectamente plausible sugerir que un día será posible producir palabras que estén lo más cerca posible de lo que hubieran sido en el pasado”. Ello implicaría desarrollar un software que reproduzca el tamaño y movimiento de la lengua de una persona, así como la posición de la mandíbula. La combinación de los distintos elementos permitiría aproximarse al nuevo hito.