Cuba se paraliza por bajas temperaturas

Cuba se paraliza por bajas temperaturas

Referencial. Calle de la capital de Cuba, La Habana | Foto Pixabay/Falkenpos

 

32 estaciones meteorológicas registran temperaturas no alcanzadas desde hace 43 años

lapatilla.com

En la larga fila para comprar el pollo del racionamiento que esta semana se distribuía en el municipio Plaza de la Revolución, todas las personas que aguardaban estaban protegidas con abrigos, algunos gorros de lana, medias altas, bufandas y, al menos dos ancianas, llevaban encima sus cobijas. La escena parecía sacada de una estepa rusa o de la costa sueca, pero ocurría en La Habana.

Cuba ha registrado los últimos días temperaturas mínimas récord. Hacía 43 años que no se alcanzaban registros de estas características en la Isla, que ha tenido menos de 10 grados Celsius en 32 estaciones meteorológicas.

En un país que es “un eterno verano”, como dicen los lemas turísticos, los cubanos están poco preparados para los pocos escasos momentos del año en que el termómetro baja de los 15 grados. La mayoría de las casas no tienen ventanas que cierren herméticamente, los abrigos y la ropa invernal son de mala calidad o más apropiadas para cuando el termómetro solo baja un poco, mientras que tomarse una sopa o una bebida caliente puede ser un problema por la escasez de algunos alimentos, que ha aumentado en los últimos meses.

La mayoría de las casas no tienen ventanas que cierren herméticamente, los abrigos y la ropa invernal son de mala calidad o más apropiadas para cuando el termómetro solo baja un poco

Algunos se alegran de no estar sudando todo el tiempo y consideran este momento del año como “la temporada del amor”, porque las parejas disfrutan más el estar abrazadas. Los que han importado algún abrigo o accesorio invernal, aprovechan la oportunidad para lucir una prenda de ropa que pasará el resto de los meses sin salir del armario.

Muchos padres optan por no enviar a sus hijos a la escuela cuando baja de 20 grados y las ausencias laborales se multiplican. Salir de debajo de la frazada de dormir se vuelve una tarea titánica para muchos escolares y trabajadores, especialmente para quienes laboran en áreas abiertas, industrias o custodian el exterior de locales estatales.

Las playas y las piscinas, siempre tan visitadas, se vacían y en las casas se consume menos más agua porque muchos prefieren ahorrarse pasar por la ducha, una situación que alivia a las familias que en las últimas semanas han estado padeciendo de graves dificultades con el suministro, debido a reparaciones generales.

En la heladería Coppelia, siempre repleta de público, la fila de espera disminuye y los locales que venden café o chocolate caliente tienen mayor demanda. Los emprendedores no pierden la oportunidad para ofertar más caldos, frijoles y cremas calientes en las paladares, mientras que en las casas las sopas protagonizan las comidas y ayudan a “estirar” las porciones de pollo o de carne. Quienes no tienen ni lo uno ni lo otro improvisan con cuadritos instantáneos o huesos.

Ante la bajada actual de las temperaturas, los protectores de animales han hecho un llamado a donar ropa que pueda ayudar a cubrir a perros y gatos callejeros. Varias organizaciones independientes han redoblado la búsqueda y la recogida de animales abandonados en las calles.

El valor más bajo recogido por el Instituto de Meteorología de Cuba fueron los 6.6 grados Celsius de la estación meteorológica de Ciego de Ávila.

Además, dos estaciones tuvieron récord absoluto desde que hay registros. Una de ellas es la de Veguitas, en Granma, donde se alcanzaron los 7 grados Celsius cerca de las seis de la mañana, superando los 7,2 que hubo en 2010. La última vez que se llegó a esa temperatura en esta provincia fue el 21 de enero de 1977, en la estación meteorológica de Jucarito.

Los más vulnerables durante los frentes fríos son los ancianos que viven solos, las personas sin hogar que tradicionalmente duermen en parques y portales, pero también los viajeros que aguardan toda una madrugada en una estación de ómnibus para poder trasladarse, los enfermos ingresados en los hospitales y los pacientes en los manicomios.

En enero de 2010 murieron 26 pacientes del hospital psiquiátrico de La Habana, conocido como Mazorra, debido a las bajas temperaturas y por negligencias administrativas. Las imágenes de los cuerpos enflaquecidos y maltrechos se difundieron rápidamente por los teléfonos celulares que comenzaban ya entonces a ganar protagonismo en la vida cubana.

Vìa 14ymedio

Exit mobile version