La diplomacia norteamericana ha calificado de «muy sorprendentes» las decisiones del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, de no reunirse con Juan Guaidó y del ministro de Transporte, José Luis Ábalos, de verse con la vicepresidenta del régimen de Maduro en en aeropuerto de Barajas. «Cabe recordar que hay sanciones europeas contra Delcy Rodríguez [la vicepresidenta venezolana] y que en teoría tiene prohibida la entrada en la Unión Europea», ha dicho este viernes la subsecretaria adjunta del Departamento de Estado norteamericano, Carrie Filipetti, que supervisa la política hacia Venezuela.
Por David Alandete / abc.es
«No entendemos las razones de estas acciones que dañan las políticas conjuntas de EE.UU. y la Unión Europea hacia Venezuela y dañan el marco de sanciones que hemos aprobado. Quedan muchas preguntas tras estos desarrollos, pero puedo decir que estos no son avances que sean bienvenidos por nuestra parte», dijo Filipetti al ser preguntada por ABC.
Además, según ha dicho en una entrevista con ABC Morgan Ortagus, la portavoz de la diplomacia norteamericana, el apoyo a Guaidó «tiene que ver únicamente con la restauración de las elecciones libres y de la democracia» y recomienda a España, como a sus demás socios europeos, «que practiquen lo que predican».
Dice la portavoz del departamento de Estado, al ser preguntada por las recientes decisiones de España sobre Venezuela: «Una de las cosas que le importa, mucho, a la Administración Trump es la soberanía y derecho a la autodeterminación de cada país. España tiene unos líderes elegidos que deben decidir cuál es la mejor política para su país. Dicho esto, nuestra política es apoyar que haya de nuevo elecciones libres y justas en Venezuela y la restauración de la democracia. Creemos que Maduro debe irse, así que no nos vamos a centrar en lo que un país hace o no hace, sino que nos vamos a centrar en los muchos y muy exitosos encuentros que Juan Guaidó tuvo en América Latina y Bogotá, y en Europa con líderes como Boris Johnson».
Ortagus asegura que «las democracias a las que les preocupe la nefasta influencia del régimen de Putin en Rusia o del Partido Comunista chino, deben posicionarse con Estados Unidos para apoyar elecciones justas y libres en Venezuela y en el resto del mundo».
Hace un año, EE.UU. reconoció a Guaidó como presidente encargado de Venezuela tras acusar de fraude a Maduro en su reelección. Después, la diplomacia norteamericana presionó a sus socios, incluida España, para que hicieran lo propio. Hasta la fecha más de medio centenar de países ha reconocido a Guaidó, incluida España, con las sonadas excepciones de Rusia y China. El 30 de abril, el gobierno estadounidense apoyó un pronunciamiento de la oposición, que intentó forzar la salida de Maduro, sin éxito.
En este año, EE.UU. ha pedido a España y sus otros socios que se posicionen firmemente del lado del cambio democrático en Venezuela. Según Ortagus, «no se trata de hacer lo que EE.UU. quiere, no se trata de hacer lo que Rusia quiere, se trata de lograr que el pueblo de Venezuela sea capaz de decidir su propio futuro, elegir a sus líderes, así que cuando hablamos de Maduro frente a Guaidó, lo que queremos que quede claro es que desde la perspectiva de EE.UU. el futuro de Venezuela debe decidirlo el pueblo venezolano».
Desde 2018 EE.UU. tiene a la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez, en la lista de sanciones por conculcar los derechos civiles de los venezolanos y explotar en beneficio propio los recursos de su país. También ha sancionado a su hermano, Jorge Rodríguez, que fue vicepresidente de Venezuela entre 2007 y 2008.
Preguntada sobre la negativa del presidente Sánchez de verse con Guaidó en Madrid, la portavoz de la diplomacia norteamericana asegura que «no se trata de apoyar a una persona, se trata de apoyar al pueblo de Venezuela en su voluntad de decidir libremente su futuro, el derecho a tener elecciones libres y justas».
Añade Ortagus que EE.UU. «apoya la democracia, la devolución de la democracia y el imperio de la ley al pueblo de Venezuela»,
Desde el punto de vista de Washington, las formas son muy importantes. «Fue muy importante que en la reunión ministerial contra el terrorismo en Bogotá al presidente Guaidó le arroparan el presidente [Iván] Duque de Colombia y otros presidentes y ministros de Exteriores de América Latina. El simbolismo importa, y el símbolo de ver a Juan Guaidó hombro con hombro con sus contrapartes en la zona es muy importante», asegura.
Sobre el desaire del gobierno español, la portavoz añade que «lo importante es ver las fotografías del presidente Guaidó en Bogotá, rodeado de sus compañeros, incluido el secretario Pompeo, y en todos los líderes, muchos, con los que se ha visto en Europa, donde ha tenido reuniones muy importantes. Le apoya la Organización de los Estados Americanos, se ha invitado del Tratado de Río. En esta obsesión por centrarse en un país, se obvia que hay más de 50 países que sí que apoyan a Juan Guaidó».