Está claro que la gira de Guaidó, sea como Encargado de la Presidencia, Presidente legítimo de la A.N o miembro de la Comunidad Global de Jóvenes Líderes, agarró al régimen desprevenido; como se dice en criollo, fuera de base; duélale a quien le duela les llegó hasta lo más profundo de su salas situacionales, tan es así que por un lado salió Arreaza a darle el pésame y fotografiarse con el monje loco del Ayatola Alí Jamenei y por el otro, enviaron a Delcy Eloina a Madrid en un viaje furtivo, que ha puesto en apuros al gobierno de Sánchez, al haber permitido que su Ministro de transporte transgreda las prohibiciones de la Unión Europea en cuanto que funcionarios de Maduro pisen territorio comunitario; Así será de grave la encomienda que llevó la Sra Delcy, algún día lo sabremos. En todo caso es evidentemente que el régimen no se esperaba esto del “David” guaireño.
Las declaraciones de Maduro, lo tartajoso de las respuestas del todavía aprendiz de Canciller, las escatológicas descalificaciones de los voceros del régimen, al no reconocer el éxito político y mediático de esta gira, lo confirman.
La importancia del viaje de Guaido tiene al menos tres interpretaciones:
El que se reúna con el mundo político, con Duque, Pompeo, Boris Jhonson, los cancilleres y ministros de seguridad de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Panamá Paraguay, Perú, del Ministro de Exteriores de Inglaterra cuando reconoció públicamente “lo que el régimen de Maduro está haciendo para amenazar la democracia”; es una lujo que ni el eterno en su tiempo y menos el nuevo comandante se han podido dar, ni se dará.
No es agua de borraja, que Guaidó como orador tenga la oportunidad en el World Economic Forum (WEF) de hablar frente a los principales líderes mundiales, incluyendo 53 jefes de Estado entre ellos Donald Trump y la canciller alemana Angela Merkel, Macron, el canciller de Austria, Sebastian Kurz y el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, lo cual le coloca en las grandes ligas en su lucha por recuperar la democracia en Venezuela.
Una segunda razón fuera de lo político es que al World Economic Forum también asisten altos ejecutivos, pensadores y celebridades de casi 3.000 participantes de 117 países; del mundo económico, financiero y empresarial. La inversión extranjera, el financiamiento internacional y la cooperación internacional son vitales para la recuperación de Venezuela. En esta gira tendrá la oportunidad de contactar con factores de poder determinantes para comprometer los auxilios económicos y financieros que necesitaran con urgencia, una vez se logre el cambio político, únicamente posible si Maduro y su equipo salen del gobierno.
Guaidó en éste tete-a-tete tendrá la oportunidad explicar no solo cómo caímos en este agujero negro llamado Socialismo del Siglo XXI, capaz de arruinar a uno de los países más ricos y prósperos del hemisferio occidental, sino también a la 4ta empresa petrolera más exitosa del mundo; Su “mensaje a García” es dejar claro que el pueblo de Venezuela solo, no puede alcanzar la democracia, ya que se enfrenta no a un régimen duro o una dictadura tradicional, como fue Perez Jimenez, Pinochet, Franco o los mismos Castros; sino a una corporación que se adueñó del país, de sus riqueza petroleras y auríferas, para su uso personal.
En este orden de ideas no sólo tiene que referirse a las políticas públicas equivocadas, sino fundamentalmente a como se recuperaría al país. Ese es el punto clave, eso es lo que en Davos se quiere oír y las grandes cancillerías quieren saber. Ahí está la importancia de esta gira; así como solos no se puede lograr una salida democrática, sin la ayuda internacional, sin la cooperación internacional, se podrá reconstruir una nueva Venezuela