Shannen Doherty, reconocida actriz estadounidense que ganó fama en la década de los noventa por la serie de Beverly Hills 90210 y Charmed, ha dado una desgarradora declaración. Doherty, de 48 años reveló en el programa Good Morning America, que padece cáncer y en esta vez está en etapa IV.
“Mi cáncer volvió y es por eso que estoy aquí”, fueron las declaraciones (entre lagrimas) de la destacada artista de televisión.
Con información de Infobae
“Es una píldora amarga para tragar de muchas maneras”, dijo, y agregó: “Estoy petrificada. Estoy bastante asustada”.
Durante la entrevista, Shannen estuvo acompañada de su esposo, el productor de cine Kurt Iswarienko y aseguró que fue un poco preocupante darle la noticia a sus familiares más cercanos. “Mi madre es un ser humano valiente. También mi esposo, pero me preocupo por él”.
Doherty señaló que había decidido hablar ahora sobre su condición médica debido a una batalla civil en curso con la compañía de seguros State Farm, que está demandando por un dinero que no recibió por daños a su casa después de los devastadores incendios forestales de California en 2018. La casa de Doherty quedó destruida por los incendios. La firma alega que le ha pagado USD 1,1 millones, pero ella exige más dinero como compensación.
Los documentos que forman parte de la batalla legal en curso mencionan que la actriz padece cáncer. Doherty dijo que quería adelantarse a que se hicieran públicos y “controlar la narrativa”. “Prefiero que la gente lo escuche de mí. Quiero que sea real y auténtico”, explicó.
La actriz aseguró además que sintió que debía continuar con su regreso a la pantalla chica con el reboot de Beverly Hills 90210, uno de los espectáculos que la hizo famosa, después de la repentina y sorprendente muerte del actor Luke Perry en 2019. A la única persona que le había contado sobre su estado de salud fue a Brian Austin Green.
Doherty había sido diagnosticada en secreto con la etapa IV días antes que Perry falleciera de un derrame cerebral en marzo del año pasado a los 52 años. “¿Por qué no fui yo? Fue muy extraño para mí ser diagnosticada y luego alguien que aparentemente estaba sano muera. Fue realmente impactante y lo menos que pude hacer para honrarlo fue hacer ese programa. Todavía no he hecho lo suficiente en mi opinión “, dijo emocionada.
“Cuando finalmente lo cuente, habré trabajado 16 horas al día y la gente puede decir: ‘Dios mío, ella puede trabajar y otras personas con etapa IV también pueden trabajar “, recordó haber pensado el día que enteró. Y hoy lo cuenta para dejar un mensaje: “Nuestra vida no termina cuando recibimos este diagnóstico. Todavía tenemos tiempo por vivir”.