La oveja negra puede ser vista como la rara, la que no encaja, la rebelde… Y sí puede ser que sea todo eso, pero ¿quién dijo que para ser feliz, para ser exitoso, para disfrutar de la vida teníamos que ser iguales?
Por: Zona Oculta
La rebeldía, es a veces la mejor forma de decirle al mundo: Voy a ir tras lo que quiero, así que nadie se atraviese en el camino. Voy a ser yo, aunque con eso decepcione a muchos. Resaltaré por ser cómo soy y si quieres amarme, bienvenido, si no yo me amaré por ambos.
¿Eres la oveja negra?
Pues, en lo diferente está el gusto. Se requiere ser muy valiente para darnos cuenta que el sistema no nos va, de que ese molde es muy pequeño o muy diferente a lo que soñamos. La vida es corta y a veces es tarde cuando nos percatamos de que duramos demasiado tiempo complaciendo a los demás, viviendo vidas que no eran del todo nuestras y adaptándonos a aquello que por “lógica” o por tradición debería ser.
La frustración de los sueños no cumplidos, se la llevan muchos a la tumba y justo cuando nos acercamos de manera natural al fin de este ciclo, es que se hace evidente que la vida no era para pagar deudas, ni para ajustarnos a alguien, ni para ocultarnos. La vida es para disfrutarla, para reconocernos, para sentirnos orgullosos de quienes somos…
Sé tú mismo
Sé rebelde, sé diferente, no tengas miedo y siente regocijo por ser diferente. Te aseguro que incluso los que te critican, querrán haber tenido el valor de pararse frente al mundo y gritar lo que querían y lo que estarían dispuestos a hacer. Una persona que se levanta frente a sus principales afectos y manifiesta su posición, sabiendo que eso puede dejarle inclusive sin pilares vitales, está en capacidad de alcanzar lo que se proponga, porque valor es lo que le sobra.