La muerte del líder del grupo yihadista Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA), durante una operación estadounidense en Yemen en enero, plantea interrogantes sobre la importancia real de este hombre dentro del movimiento y sobre el futuro del grupo en sí mismo.
La Casa Blanca confirmó el jueves la “eliminación” en Yemen de Qasem al Rimi, uno de los fundadores y jefe de este movimiento yihadista, que reivindicó el tiroteo perpetrado a principios de diciembre en una base estadounidense de Florida que acabó con la vida de tres marines.
– ¿Cuán importante era Al Rimi? –
Qasem al Rimi fue el primer líder militar de AQPA, en el momento de su creación, en 2009, y fue nombrado jefe de la organización tras la muerte de su predecesor, Naser al Wahishi, en un bombardeo con drones estadounidenses en Yemen, en 2015.
“Sin embargo, no era un buen líder y desde su nombramiento, el ala terrorista internacional del grupo quedó atrofiada”, consideró Gregory Johnsen, del instituto Sanaa Center for Strategic Studies.
Según el experto, dos hombres podrían disputarse su sucesión: “Khalid Batarfi, quien, según un reciente informe de la ONU, dirige las operaciones exteriores del grupo; y Saad bin Atef al Awlaki, el emir del grupo en la provincia de Shabwa”, en el sur.
Se espera que el sucesor sea nombrado “próximamente”, apuntó Peter Salisbury, analista del International Crisis Group, aunque “no tendrá la misma notoriedad que Al Rimi y aún menos el peso de Naser al Wahishi”.
Según el ejecutivo estadounidense, Al Rimi se unió a Al Qaida en los años 1990. Trabajó en Afganistán para Osama bin Laden, líder de Al Qaida y responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. En 2018, Washington aumentó la recompensa por su captura de 5 a 10 millones de dólares.
– ¿Cómo se verán afectadas las operaciones de AQPA en Yemen ? –
Bajo el mando de Rimi, AQPA, radicada en Yemen, sacó partido del caos en el que se halla sumido Yemen desde hace cinco años, fruto de un conflicto que opone a las fuerzas progubernamentales, apoyadas por una coalición liderada por Arabia Saudita, y a los rebeldes hutíes, respaldados por Irán.
El grupo yihadista reforzó su influencia en el sur y en el sureste del país y llevó a cabo operaciones tanto contra los hutíes como contra las fuerzas progubernamentales.
Aún así, los expertos coinciden en afirmar que AQPA ya había perdido buena parte de su fuerza antes de la muerte de Rimi.
El grupo se quedó “sin sus competencias en estrategia militar, pero la capacidad de AQPA de operar sobre el terreno en Yemen ya se había reducido enormemente”, señaló Elisabeth Kendall, especialista en Yemen de la Universidad de Oxford.
“En términos operativos, su actividad registró un pico en 2017 con 270 ataques en suelo yemení, aunque la mayor parte eran de un alcance limitado”, añadió la investigadora.
Según Johnsen, AQPA ya no era más “que la sombra de lo que fue”, después de que Estados Unidos matara a varios de sus dirigentes en bombardeos con drones en los últimos años.
– ¿Se verá mermada su capacidad de operar en el extranjero? –
El fallecimiento de Al Rimi se produjo días después de que reivindicara el ataque contra la base estadounidense de Pensacola, en Florida.
El autor del ataque, un oficial de la fuerza aérea saudita, había “publicado en Twitter mensajes hostiles hacia Estados Unidos” antes de llevar a cabo el ataque, incluyendo una cita de Osama bin Laden, muerto en 2011 a manos de las fuerzas especiales estadounidenses, indicó el organismo estadounidense de vigilancia de movimientos extremistas, SITE.
La desaparición de Al Rimi supone un golpe más para las operaciones exteriores del grupo, si bien es verdad que antes del ataque de Florida, “la última reivindicación de AQPA de un ataque en el extranjero se remontaba a 2015”, recordó Johnsen, en alusión al ataque contra la sede del semanario satírico Charlie Hebdo, en París, que dejó 12 muertos.
Según el experto, “la cuestión de saber si AQPA dirigió o inspiró el tiroteo de Pensacola queda en suspenso”.
Según Elisabeth Kendall, el grupo “inspira más de lo que ataca”.
Los ataques “asociados a AQPA fueron perpetrados bien por exagentes del grupo, bien por ‘lobos solitarios’ cuyos contactos con el grupo se limitaban, en ocasiones, a internet”, explicó Peter Salisbury.
La muerte de su jefe “debilita aún más a AQPA y al movimiento mundial Al Qaida y eso nos acerca a la eliminación de las amenazas de esos grupos contra nuestra seguridad nacional”, justificó por su parte la Casa Blanca. AFP