Los últimos días de vida de Ixchel estuvieron llenos de sufrimiento, pero casi 10.000 años después de su muerte parece que al menos no fue en vano.
Esta mujer, de unos 30 años y 1,64 m de estatura, vivió hacia el final de la más reciente Era de Hielo en la región de Tulúm, en la península de Yucatán en México.
Y un reciente estudio revela por qué el hallazgo de sus restos pone en duda lo que sabíamos hasta ahora sobre los primeros pobladores de América.
Los arqueólogos que hallaron el esqueleto la bautizaron Ixchel, como una diosa maya, y las características de su cuerpo, así como el estado en que la encontraron, brindan nuevas pistas sobre cómo se pobló el continente.
“Su cráneo tiene varias heridas, lo que significa que alguien le pegó muy fuerte y le fracturó el cráneo”, le dice a BBC Mundo Wolfgang Stinnesbeck, profesor del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Heidelberg en Alemania y autor principal de la investigación.
Los investigadores también descubrieron que posiblemente Ixchel sufría una infección bacteriana que le causó severas alteraciones de sus huesos del cráneo.
Como si fuera poco, también tenía caries, quizás debido a una dieta alta en azúcar. Pero no solo el deterioro de su salud revela cómo era la vida en ese tiempo. Su morfología ofrece detalles sobre la diversidad de seres humanos que habitaban la región.
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