El nuevo coronavirus causó 908 muertos en China continental, donde el número de infectados subió a más de 40.000, informaron este lunes las autoridades, confirmando que la progresión de la epidemia se estabiliza.
En su saldo diario, la comisión contabilizó 97 nuevas muertes, de las cuales 91 en la provincia de Hubei, el epicentro de la epidemia. El virus 2019-nCoV, que apareció en diciembre en un mercado de Wuhan, también mató a otras dos personas en el mundo, una en Hong Kong y la otra en Filipinas.
El balance global de 904 fallecidos sobrepasa el del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) que en 2002-2003 dejó 774 muertos en todo el mundo.
El sábado la OMS había dicho que el número de casos de contaminación diaria en China se había estabilizado, pero que era demasiado pronto para afirmar que la epidemia había superado su punto culminante.
Una “misión internacional” de expertos, dirigida por el veterano Bruce Aylward, que ya trabajó en otras emergencias sanitarias, partió hacia China la noche del domingo, anunció la Organización Mundial de la Salud (OMS).
– Estabilidad –
“Registramos un periodo de estabilidad de cuatro días, en el que el número (diario) de casos no progresó. Es una buena noticia y podría reflejar el impacto de las medidas de control que se pusieron en marcha”, dijo el responsable de programas sanitarios de urgencia de la OMS, Michael Ryan.
En China continental, el número de casos confirmados era el lunes de casi 39.800, 2.618 más que en el anterior balance diario.
Para el especialista estadounidense Ian Lipkin, de la Universidad de Columbia, la epidemia podría alcanzar un máximo en las dos próximas semanas, antes de retroceder, aunque se espera un aumento puntual cuando la gente retome masivamente su actividad laboral.
Por otra parte, el Banco central chino (PBOC) anunció este domingo que iba a destinar 43.000 millones de dólares a ayudas a empresas implicadas en la lucha contra la epidemia.
– Propagación mundial –
La epidemia continúa propagándose en el mundo. Hay más de 320 casos de contaminación confirmados en unos treinta países y territorios, con 5 nuevos casos, hasta llegar a 11, en Francia.
En China, la muerte el viernes de un médico que había sido acusado de difundir rumores cuando alertó del coronavirus en diciembre conmocionó a la población.
Varios de intelectuales publicaron al menos dos cartas abiertas que circulan en las redes sociales desde la muerte del doctor Li Wenliang por coronavirus en un hospital de Wuhan.
El médico se ha convertido ahora en mártir frente a los responsables locales, acusados de haber escondido el principio de la epidemia. “Dejen de limitar la libertad de palabra”, dicen diez profesores de Wuhan, en una carta que más tarde fue retirada de la red social Weibo.
El régimen comunista reaccionó anunciando el viernes el envío de una comisión de investigación a Wuhan.
“Las autoridades centrales están determinadas a obtener la verdad y a descubrir a los responsables” de las sanciones contra el doctor Li, indicó el periódico oficial en inglés China Daily.
Además de la región de Wuhan, cerrada al mundo desde el 23 de enero, las medidas de confinamiento siguen siendo estrictas en numerosas ciudades, donde decenas de millones de personas están encerradas en casa.
– Vuelos suspendidos –
En Hong Kong, los 1.800 turistas confinados a bordo de un barco durante cinco días fueron autorizados a desembarcar este domingo. Los también 1.800 miembros de la tripulación, sometidos a análisis por temor a que hubieran contraído el virus en un anterior viaje, dieron negativo.
Por otra parte, seis personas del barco crucero “Diamond Princess”, que se encuentra frente a las costas de Japón, contrajeron el virus, con lo que el numero de personas enfermas a bordo se elevó este domingo a 70.
Otros países están reforzando sus medidas de seguridad y la mayoría de compañías aéreas internacionales interrumpieron sus vuelos a la China continental.
Asimismo, los 34 brasileños repatriados desde la ciudad de Wuhan, en el centro de China y epicentro de la epidemia del nuevo coronavirus, llegaron este domingo a la base aérea de Anápolis, cerca de Brasilia, donde fueron puestos en cuarentena. | Por Laurent Thomet y Patrick Baert /AFP