Un futuro sin dinero efectivo es imaginable, ya que independientemente de la región, la sociedad o la comunidad a la que se pertenece, el acceso a métodos de pagos digitales se ha hecho más fácil que nunca y está creciendo a un ritmo mayor que cualquier tendencia de servicios financieros.
Por Laszlo Beke
El dinero físico es anónimo e imposible de rastrear, por lo que tiene importancia relevante en el aspecto criminal, incluyendo sobornos, evasión de impuestos, falsificaciones, corrupción y financiamiento de terroristas. La sociedad puede beneficiarse de los cambios en la forma en que se gasta el dinero y las empresas tendrían costos reducidos al no necesitar una infraestructura para manejo del efectivo, así como mayor eficiencia y productividad.
Tiene muchas ventajas, pero también los riesgos de marginalización de los no bancarizados (especialmente pobres, personas mayores y aquellos que viven en sitios apartados), quienes pueden quedar todavía más excluidos. Por ello, la integración e implementación de las nuevas tecnologías digitales de pago tendrían que realizarse en forma gradual, con sistemas robustos para apoyar a los que puedan complicarse para el acceso a la nueva tecnología y las situaciones en las cuales esta falle.
La desaparición del efectivo se debe a dos fuerzas: la primera es la demanda, los consumidores jóvenes quieren que los sistemas de pago se conecten en forma natural con sus vidas digitales y la otra, igualmente importante, es que los suplidores como bancos o empresas de tecnologías y de telecomunicaciones están desarrollando a gran velocidad formas de pago de fáciles de usar, desde donde pueden extraer data y generarse ingresos adicionales.
Pagos Digitales
Los pagos digitales son: (a) fácilmente asequibles –están conectados a los teléfonos inteligentes. (b) más seguros – son rastreables y pueden facilitar significativamente la reducción del sistema criminal, (b) son inteligentes – por ello el acceso a data del comportamiento, apoyada en la historia del gasto, puede ayudar a las comunidades económicas rurales o de menores ingresos con asesoramiento financiero o recomendaciones en objetivos de ahorro.
La digitalización expande enormemente el campo de acción de las PyME y de los corredores individuales al permitirles hacer negocios más allá de sus fronteras regionales o nacionales. Una sociedad sin efectivo también extiende el alcance de las políticas monetarias. Con pagos digitales y sin efectivo, las personas no podrían retirar dinero del sistema financiero, de manera que los gobiernos y los bancos podrían tener un mayor control efectivo sobre la economía a través del sistema financiero. Otro beneficio potencial de una sociedad sin efectivo es la posibilidad de crear monedas alternas, como dinero híper-local enfocado al gasto en economías locales.
Problemas potenciales
El sistema electrónico de pago puede ser vulnerable a fallas técnicas, apagones o ciberataques. Las transacciones digitales son fácilmente rastreables, generando preocupaciones referidas a la vigilancia y a quienes tienen acceso a la pista de la data. También preocupa que los económicamente más poderosos puedan estar mejor preparados para comprarse la privacidad, mientras que personas normales con una cuenta bancaria tradicional no reciben el anonimato. Asimismo, hacer las tecnologías modernas dependientes de las viejas infraestructuras existentes en los bancos también acarrean un riesgo.
Posibles remedios
Los estados tendrían que asegurarse que el monopolio de los bancos centrales sobre el efectivo no sea reemplazado por monopolios sobre el dinero digital. Ellos deberían instar a los bancos a ofrecer transferencias digitales entre cuentas que sean económicas e instantáneas. También deberían crear la obligación de los bancos a mantener privada la información de sus clientes, Finalmente, cualquier plan de eliminación del efectivo debe ser gradual. Por un período de 10 años los bancos deberían estar obligados a aceptar y distribuir efectivo en las áreas pobladas. Esto abriría espacio de tiempo para que los pobres puedan bancarizarse, las personas mayores educarse y para reforzar el acceso de Internet en las áreas rurales.
Estadísticas
En los países desarrollados hace 10 años, 6 de cada 10 transacciones eran en efectivo, hoy solo son tres. Dentro de la próxima década, podría ser tan bajo como una transacción de cada 10. Para el año 2025 habrá 5.900 millones de suscriptores móviles únicos, equivalente al 71% de la población mundial. El crecimiento vendrá impulsado desde los países en desarrollo, particularmente India, China, Pakistán, Indonesia y Bangladesh, así como el Sub-Sahara Africano y LatinoAmérica. Solo en China ya hay más de 1.000 millones de usuarios de cartera móviles, entre AliPay y WeChat, y en los países nórdicos el 42% de la población usa un sistema de pagos móvil.
Contiene información de Rich countries must start planning for a cashless future. Moving Towards A Cashless Society In A Cash-Reliant World y What A Cashless Society Could Mean For The Future. También aparece en mi blog http://bit.ly/3bDch7B.