Los conservadores iraníes tienen bastantes opciones de arrebatar el control del Parlamento a los reformistas, que han decepcionado a parte de sus votantes y que se han visto perjudicados por la descalificación de sus principales candidatos.
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El llamado «Mayles» en farsi estuvo dominado durante la última legislatura por los reformistas y moderados, corriente a la que también pertenece el presidente, Hasan Rohaní, que tuvieron especialmente un gran triunfo en Teherán, donde se alzaron en 2016 con los 30 escaños en juego.
Sin embargo, todo apunta a que la Cámara de 290 diputados cambiará de manos en los comicios del próximo viernes, en los que los conservadores o principalistas están mejor situados, siendo liderada una de sus listas en Teherán por el antiguo alcalde y excomandante de la Guardia Revolucionaria Mohamad Baqer Qalibaf.
El número tres de esa lista, Reza Taqaví, representante del líder supremo en el Ministerio de Agricultura, dijo en tono populista en un acto de campaña que van a lograr «un Parlamento valiente, antiestadounidense y que apoye a los débiles».
“Irán con la cabeza alta”
La lista de Qalibaf y Taqaví, auspiciada por el Consejo de Coalición de las Fuerzas de la Revolución, está integrada por conservadores de la línea dura y es la que parece tener más posibilidades de hacerse con un buen número de escaños en la circunscripción de Teherán.
Con el nombre de «Irán con la cabeza alta» y bajo el lema «Salvación de la economía de Irán», engloba a varios principalistas de renombre, entre los que también destaca el exministro de Cultura Mostafa Mirsalim, quien concurrió como candidato a las elecciones presidenciales de 2017.
Con información de EFE