Los demócratas que aspiran a la Casa Blanca volvieron al ruedo el jueves tras un feroz debate televisado en el que el multimillonario Michael Bloomberg, un recién llegado en alza en los sondeos, tuvo una bienvenida muy hostil y un desempeño para muchos decepcionante.
Antes de las asambleas ciudadanas en Nevada el sábado, y de contiendas en otros 15 estados en las próximas dos semanas, los precandidatos a disputarle la reelección al presidente Donald Trump en noviembre se abocaron a buscar votos tras el foro en Las Vegas, el más combativo de los nueve realizados hasta ahora.
Todos los dardos fueron contra Bloomberg, que lanzó su campaña hace apenas 10 semanas y ya está tercero en los sondeos a nivel nacional, tras una inversión publicitaria de más de 400 millones de dólares. Pero también contra Bernie Sanders, el senador izquierdista que encabeza por lejos la intención de voto entre los demócratas.
“¡El peor debate en la historia!”, tuiteó Trump, luego de burlarse del debut de “Mini”, como apodó al exalcalde de Nueva York, y de desestimar las posibilidades de éxito del “Loco Bernie”.
Bloomberg, que optó por medirse en las urnas recién en el “Súper Martes” del 3 de marzo, cuando se decide un tercio de la mayoría de delegados que definirán la investidura en la convención nacional en julio, advirtió que el “verdadero ganador” del debate fue Trump.
“Me preocupa que podamos estar en camino de nominar a alguien que no pueda ganar en noviembre”, dijo en un evento en Utah. “Y si elegimos a un candidato que apele a una base pequeña, como el senador Sanders, será un error fatal”.
Sanders, que se define como “socialista democrático”, ganó la primaria de New Hampshire, quedó segundo por estrecho margen en Iowa, y concita 32% de apoyo según un relevamiento del Washington Post-ABC News difundido el miércoles.
La campaña de Pete Buttigieg, el exalcalde de South Bend, Indiana, que se alzó con la victoria en Iowa y quedó apenas por detrás de Sanders en New Hampshire, también alertó el jueves de un avance del senador progresista.
“Si la dinámica de la carrera no cambia drásticamente, los demócratas pueden acabar saliendo del Súper Martes con Bernie Sanders con una ventaja de delegados casi insuperable”, señaló en un memorando en el que enfatizó que Buttigieg “es la alternativa más fuerte” para ganarle a Trump.
– La “implosión” de Bloomberg –
A Bloomberg, cuya fortuna de casi 60.000 millones de dólares era la novena del mundo en 2019 según Forbes, le pegaron los otros cinco postulantes que participaron en el debate, de los ocho que siguen en liza. Pero lo hizo especialmente Elizabeth Warren, cuarta en las encuestas en todo el país.
“Los demócratas corren un gran riesgo si solo sustituimos a un arrogante multimillonario por otro”, advirtió al compararlo con Trump, y recordar que llamó a las mujeres “gordas” y “lesbianas con cara de caballo”.
El jueves Warren redobló sus críticas. “Realmente estoy harta de los multimillonarios, independientemente del partido, que piensan que las reglas no se aplican a ellos”, dijo en el norte de Las Vegas.
Bloomberg también fue cuestionado por el exvicepresidente Joe Biden, segundo en los sondeos tras liderar la carrera por meses, por apoyar “políticas racistas”, como un programa de vigilancia policial por el que fue acusado de discriminación contra negros y latinos.
Buttigieg señaló que Bloomberg estaba tratando de “comprar” al Partido Demócrata, en tanto la senadora Amy Klobuchar, quien tuvo una excelente votación en New Hampshire tras destacarse en el debate anterior, se preguntó si después de Trump era necesario tener a alguien más rico en la Casa Blanca.
De su lado, Bloomberg apuntó contra Sanders en particular, alertando sobre los riesgos de cambiar “capitalismo” por “comunismo”, algo que “simplemente no funcionó”.
Pero la actitud a la defensiva del magnate, sobre todo ante las arremetidas de Warren, lo dejó en desventaja, según analistas. Warren, que necesita impulsar su campaña, se consolidó como una guerrera, en tanto Biden siguió sin reavivar la suya a pesar de algunos tímidos intentos, dijeron.
Para David Axelrod, estratega jefe de las dos campañas presidenciales de Obama, la “implosión” de Bloomberg es una buena noticia para Sanders, aunque el sólido desempeño de Warren confirma que sigue viva.
El foro organizado por NBC y MSNBC fue el debate demócrata más visto, atrayendo a casi 20 millones de espectadores, más que los Globos de Oro y los Grammy, según datos de la consultora Nielsen.
Además del la incorporación de Bloomberg, hubo un jugoso intercambio entre Buttigieg y Klobuchar por el “olvido momentáneo” de la senadora al no saber decir el nombre del presidente de México durante una entrevista con la cadena Telemundo el viernes pasado.
AFP