Cientos de bandas callejeras se volcaron este sábado a las calles de todo Brasil para anticipar el Carnaval, la fiesta popular más multitudinaria del país, que cada año tiene su epicentro en la ciudad de Río de Janeiro.
Estas bandas, conocidas como “blocos”, llegan a ser seguidas por decenas de miles de personas y son para muchos la más auténtica expresión del Carnaval más popular y la antítesis del desfile de las escuelas de samba en el “Sambódromo”, cuyos precios este año no bajan del equivalente a 90 dólares, impagables para muchos.
La fiesta popular este sábado se desparramó por todo Río de Janeiro y reunió a una inmensa multitud en torno a la Banda de Ipanema, que desde 1964 desfila por las playas del barrio del mismo nombre, que Vinicius de Moraes y Antonio Carlos Jobim convirtieron en poesía y bossa nova.
Al desfile de la Banda de Ipanema se sumaron miles de personas que cambiaron la arena y el mar por la fiesta en una tarde calurosa y soleada que ayudó a caldear aún más el clima generado por los ruidosos tambores.
También hubo desfiles en las calles de Sao Paulo, Recife, Olinda y Salvador, ciudades que con Río de Janeiro concentran las mayores y más populares fiestas de Carnaval del país, y hasta en la más pacata Brasilia, una ciudad administrativa y burocrática en la que también se han multiplicado los blocos durante los últimos años.
En Sao Paulo, la juerga más multitudinaria la encabezó Elba Ramalho, una popular cantante que animó a miles de personas con ritmos típicos del noreste del país, una región que también mantiene un verdadero culto a la fiesta pagana del Carnaval.
Los “blocos” permanecerán en las calles de casi todo el país hasta por lo menos el próximo 26 de febrero, Miércoles de Ceniza, aunque en muchas ciudades ya están programados decenas de desfiles para los días posteriores.
En Río de Janeiro, estas bandas callejeras tendrán la competencia de las escuelas de samba, que desfilarán en el Sambódromo los días 23 y 24, cuando por el templo del Carnaval carioca se calcula que pasarán cerca de 120.000 personas.