Como agentes del mal son geniales: Cometen una estafa, lo hacen a la vista de todos a sabiendas que nadie se dará cuenta y si esto ocurre… sus hegemonías comunicacionales ocultan los detalles.
¡Por eso es necesario restituir el respeto y la democracia en los medios!
A ver: Una parte de los complotados se vanaglorian de su revolución y la equiparan a la gesta de Fidel Castro en Sierra Maestra… sin embargo y mientras tanto copian medidas que hace medio siglo las puso en práctica el odiado puntofijismo… con lo cual desde esos tiempos y para bochorno de nuestra educación quedó sellado el destino de las universidades nacionales.
Los otros, porque no hay circo sin enanos, evitando que sus ya escasos seguidores caigan en cuenta de la orfandad intelectual y moral de estos líderes de pacotilla… desde medios controlados acusan de colaboracionistas a quienes desde lo que llaman “mesita” negocian sin tapujos, cambios de caras en el CNE en vísperas de otra elección… como si ese fuese el problema.
Pero estos “puros” de la oposiciòn importan de Colombia la política de convertir mentiras previamente ensayadas… en verdades que los medios de “la otra hegemonía comunicacional” hacen ver como hechos irrefutables sin derecho a verificar.
No obstante sus jefes también negocian con el gobierno… pero a hurtadillas.
Una de estas mentiras se refiere a las universidades nacionales y en especial a la UCV. Y el trasfondo me recuerda una negociación tácita que ocurrió entre los remanentes intelectuales de las guerrillas hace 60 años… y los jefes del puntofijismo sin cuya aquiescencia nada habría podido ocurrir.
Me refiero a la entrega de las universidades nacionales a lo que entonces se llamó “izquierda” por parte del status ganador. Eso también, con sus variantes, está pasando hoy día en mi Venezuela.
Para el lector de estos tiempos es difícil entender que en plena lucha guerrillera, hace medio siglo, uno de los màs importantes focos insurreccionales se alimentaba en la UCV donde las residencias universitarias que inicialmente se diseñaron para alojar estudiantes del interior… se habían convertido en cuartel de los guerrilleros… donde se planificaban acciones.
Esa fue la principal causa de los allanamientos que la UCV sufrió durante los gobiernos de Leoni y de Caldera I.
La negociación, una vez derrotada la guerrilla y devueltas las residencias a la UCV, consistió en que los partidos e individualidades derrotados se comprometían a “dejar las armas”… y los gobiernos puntofijistas… por su parte entregaron, como si esas instituciones fuesen coto de caza privado, las universidades nacionales a la izquierda radical o simplemente a lo que entonces se llamó “la izquierda”.
¡Ambas partes cumplieron y durante medio siglo esas instituciones han estado en manos del profesorado marxista y radical.
El primer gobierno bolivariano intentó ganar la UCV con el hasta entonces desconocido profesor Nelson Merentes… quien salió derrotado.
Y Hugo Chávez, como en su tiempo Betancourt, entendió que nada ganaba peleando con las universidades. Diría copiando frase ajena que “águila no caza mosca”.
A mí me parece que el presidente Nicolàs Maduro ha llegado a la misma errónea conclusión a la que hace Medio siglo llegaron Rómulo Betancourt y Rafael Caldera: ¡Dejar en manos del escualidismo las universidades nacionales… y dedicarse a cosas màs gruesas.
¡Como si la educación universitaria no fuese importante!
Hace medio siglo dirían que “quien no fue comunista a los dieciocho años… no tenía corazón… pero si seguía igual a los treinta… era un pendejo”.
¡Ahora, actualizando cambiarán comunista por opositor!
La inesperada por innecesaria decisión del TSJ le da un segundo aire a la inefable Rectora de la UCV y a su banda burocrática. Justo cuando la señora y su combo estaban a punto de caer en la lona… por pillos e ineficientes y sobre todo por ser despreciados por el grueso de la comunidad ucevista.
Caracas fue testigo de cómo fracasaron los intentos mediáticos de sacar un puñado de muchachos a obstaculizar autopistas y ventolear costosas pancartas –no llegaban a cuarenta los convocados a la histórica plaza del Rectorado para apoyar la Rectora gritando sin saber a què se referían “autonomía” a sabiendas que de todas maneras la Rectora y los partidos financiarán la próxima fiesta con música y cerveza incluida en el menú electoral-.
Pero la ciudad no cayó en la trampa y Caracas no se solidarizó con una gestión corrupta según denuncia uno de los vicerrectores que acompañó la banda durante doce años… pero con la última decisión del TSJ y la negociación sobre la cual fue cimentado el escrito… ahora la banda de los cuatro cantan victoria como si de verdad le hubiesen torcido el brazo al gobierno.
Alerto para que protesten quienes de verdad quieren a la UCV… mi Alma Mater.
Alerto aunque el punto ni siquiera es que la UCV requiere como el país un gran cambio… que por cierto no lo darán quienes actualmente y desde sus confortables burbujas usufructúan los cargos directivos… el punto es otro.
Sucede que al país nunca le convino el trato perverso que esta burocracia universitaria negocia con el gobierno y que consiste en que el gobierno afloja las tuercas económicas… y el Aula Magna deja de ser escenario opositor.
El dando y dando no incluye actualizar pensum… reprogramar las carreras porque hoy día es preferible egresar como Chef… que como economista… sobre todo para quienes piensan emigrar que son mayoría.
Eso son “minucias”.
Es que están mal acostumbrados: Durante 60 años la izquierda universitaria impidió que en las universidades nacionales se enseñara la economía liberal que es base del capitalismo… lo hicieron porque sus profesores creían que el comunismo era la solución a todos los problemas. Quemaron libros de Carlos Rangel y echaron los pocos profesores de economía austríaca.
Cómo la oposiciòn que negocia elecciones en las universidades, desmoralizada, ayuna de ideas y programas… solo ha demostrado su infinita capacidad para robar tipo “ayuda humanitaria, CITGO etc.,”… supongo que ahora echarán los profesores que enseñen ética, deontología y cosas así.
¡Hay que impedirlo!