“Hay un nuevo virus que vino de China. Los chinos comieron murciélagos con virus y ahora lo tiene ellos. Mamá, sabés cuándo va a llegar acá?
Frente a la explosión mediática del coronavirus en el mundo, la psicosis de la nueva enfermedad ya afecta a millones de personas y también llega en forma directa a los más chicos, como lo expresó con esta pregunta Benjamín, un chico de 6 años que vive en Buenos Aires.
Muchos especialistas afirman que no hay nada más contagioso en el mundo que el miedo. Más que el nuevo coronavirus o Covid-19 que desde diciembre último surgió en China y ya afectó a casi 100.000 personas y causó más de 3100 muertes.
La sobreinformación de un tema, como esta nueva epidemia, puede generar consecuencias psicológicas negativas en muchas personas, generando una preocupación excesiva y temor a enfermar o inclusive morirse. Pero si esta sensación atemorizante puede causar problemas en un adulto, es mucho más preocupante lo que puede sucederle a los más pequeños.
“Hay que tener mucho cuidado con los miedos que se generan en los chicos. Son la población más vulnerable. No tienen los mismos recursos cognitivos ni emocionales para manejar el miedo”, explicó a Infobae la licenciada María Laura Santellán (MN 18842), psicoterapeuta especializada en adolescencia.
Y agregó: “Vivimos en un mundo donde hay exceso de información. Poro todos lados recibimos constantemente una batería de noticias, comentarios y anuncios por distintos canales, que tienen variada intensidad y muchas veces son redundantes. Pero al recibirlo, no medimos los efectos colaterales que esto produce en nosotros y en los niños, que también tienen llegada a las redes sociales y medios de comunicación”.
Para la especialista, debemos ser prudentes y reflexionar que hay otras enfermedades importantes entre nosotros como el dengue y el sarampión que son muy peligrosas y donde estamos expuestos. Y cuidarlos de estas amenazas sin alarmarlos. “Si el chico viene con información y busca una respuesta en nosotros, debemos calmarlos, tranquilizarlos y no insuflirles temor. Tenemos que explicarles que vivimos en un mundo que está muy conectado, donde se viaja mucho”, precisó Santellán.
La licenciada en Psicología Lorena Ruda, afirmó a Infobae que el tema del coronavirus se debe afrontar como cualquier psicosis alrededor de una enfermedad, hoy calificada como epidemia, “bajando la ansiedad y evitando hablar de ello con los más chicos”.
“Los niños no tendrían que tener acceso a esa información. Yo siempre digo que los chicos no deberían escuchar los noticieros, porque las fantasías que luego crean sobre un tema convierten esa noticia, que puede ser un homicidio, un robo o un accidente de tránsito, por ejemplo, en un problema y angustia mayor. No hay que ser amarillista con los niños. No queremos chicos paranoicos que no quieran salir a la calle”, enfatizó la experta, especializada en crianza.
Y continuó: “Respecto al coronavirus y otras enfermedades, sí debemos cuidarlos e inculcarles que ellos se cuiden. Que tomen medidas preventivas como lavarse las manos cuando se vuelve de la calle o después de tocar plata”.
Una guía para hablar de coronavirus a los más chicos
El Centro de Psicología de Crisis de Bergen, en Noruega, elaboró un documento que explica cómo abordar esta crisis internacional de salud pública en las escuelas y en las familias porque, según los expertos, “el miedo de los niños y niñas debe tomarse en serio”, por lo que hay que responder “adecuadamente a sus necesidades” de información.
Los expertos alertan que los abundantes mensajes sobre el tema que circulan a través de los medios y las redes sociales así como las medidas de contención que se están aplicando para combatir la expansión del virus aumentan el miedo que pueden sentir los menores.
Es imprescindible hablar a los niños y niñas sobre este virus ya que hay muchísima información en los medios de comunicación que puede generarles sensación de miedo o impotencia y, además, pueden no comprenderlo todo y dejar volar su imaginación a escenarios terroríficos.
Incluso los menores de 6 o 7 años ya navegan por internet. Por este motivo, debemos interpretar con ellos las noticias y la información que les llega. Son como pequeños científicos, ya que escuchan, observan, investigan y sacan sus propias conclusiones.
El miedo de los niños y niñas debe tomarse en serio y debemos responder adecuadamente a sus necesidades. En ocasiones, cuando se ponen en práctica ciertas medidas para limitar la actuación del virus, el miedo aumenta porque estas medidas se convierten en una “señal emocional de alarma”.
¿Qué les explicamos a los niños sobre el coronavirus?
A continuación compartimos algunas explicaciones que dar a los niños, teniendo en cuenta que cuánto más mayores serán necesarios más detalles:
– El coronavirus provoca infecciones respiratorias en las personas, aunque mayoritariamente causa síntomas leves. A pesar de ello, algunas personas han muerto por la enfermedad.
– El virus se descubrió en China, concretamente en la región de Wuhan, en diciembre del 2019. Ahora, se han visto casos en otros países incluyendo los europeos.
– Muchos profesionales sanitarios están trabajando para entender mejor el virus y reducir así sus riesgos. Por ejemplo, aunque todavía no hay una vacuna, están buscando posibles medicamentos.
– Como en todas las infecciones, es importante lavarse bien las manos con agua y jabón.
– Podemos resolver y gestionar dudas básicas como por ejemplo qué significa cuarentena o a qué distancia está China.
Probablemente, los niños tengan dudas muy concretas que también debemos saber responder, como por ejemplo las siguientes:
Y ante la pregunta de ¿qué es el coronavirus?, hay que responderles que es un virus que empezó en China donde hay mucha gente infectada, por ello han aislado algunas ciudades, en China y otros países, para que no se propague más.
El virus se propaga de una persona infectada a una sana a través de los fluidos corporales. Y que es tan nuevo que los científicos todavía están intentando saber cómo se comporta. Aunque esto puede dar miedo, es importante saber que muchas personas están trabajando para procurar una vacuna o el mejor tratamiento.