Harry condujo el auto. A su lado estaba Meghan, y juntos cumplieron con un pedido especial de la reina Isabel: acompañarla a la Iglesia. Así, sonrientes, la pareja llegó este domingo por la mañana a la Capilla Real de Todos los Santos en Windsor.
Por infobae.com
La monarca llevaba gafas de sol y un traje azul pálido cuando fue vista llegando al lugar. Meghan y Harry parecían felices y relajados mientras los escoltaban a la iglesia.
El gesto -de un lado y de otro- se produce un día antes de que se concrete el Megxit, como los medios británicos llamaban al abandono de la realeza por parte de Harry y Meghan. Mañana, los Sussex se verán los rostros con el resto de la familia real para su último evento oficial con motivo del Día de la Commonwealth.
La reina buscó un muestra de unidad antes de un día bisagra en la realeza… y en su familia. “Fue un gesto muy dulce que la Reina les pidiera ir a la iglesia”, dijo una fuente a la revista People. “Es revelador, el gesto demuestra que ella (la monarca) siente que siguen siendo su familia. Y como familia, aún se aman”.
El de hoy es el primer encuentro entre Meghan y la Reina desde el anuncio explosivo del 6 de enero en el que el Duque y la Duquesa de Sussex renunciaron como miembros de alto rango de la Familia Real.
En la conversación, la duquesa deberá hablarle a la monarca del pequeño Archie, a quien dejaron en Canadá, adonde se mudaron después del escándalo. La ausencia del niño, de hecho, también generó malestar y, sobre todo, una gran decepción en Isabel, que esperaba ver a su bisnieto de nuevo.
Para mañana, Isabel espera que toda su familia muestre “un frente unido”. Desde hace meses se habla de lo mal que se llevan Harry y Meghan con William y Kate. De cómo la nueva realidad de Harry rompió su relación de fraternal con William. Y de cómo Meghan y Kate no pueden ni verse… La monarca sabe de estos rumores y conoce de primera mano la relación de sus nietos y sus parejas, pero no está dispuesta a consentirlo.
“La Reina espera que todos se pongan de acuerdo”, dijo la fuente.
La ceremonia en la Abadía de Westminster será la primera aparición pública de los hermanos juntos desde que Harry dejó la vida real para buscar la “independencia financiera” en Canadá con Meghan Markle.
Noche de ovación
El sábado por la noche, El Duque y la Duquesa de Sussex recibieron un largo aplauso y una ovación de pie del público en el Royal Albert Hall de Londres mientras tomaban sus asientos en el Festival de Música de Mountbatten.
El nieto de la Reina Isabel II acudió enfundado con el uniforme de la marina, negro y rojo. Al abandonar la corona Harry también renuncia a sus cargos militares, lo que significa que esta fue la última vez que lo vimos con este uniforme. Advertida de la importancia del momento, Meghan también dejó un mensaje en la elección de su look: como si fuera un código oculto, decidió combinar su outfit en señal de apoyo.
Meghan no suele combinar sus atuendos con los de su marido pero esta vez sí lo hizo. Entendió que la despedida de anoche era un momento crucial en la vida de su marido y, por cierto, uno de los más difíciles.
Así, la ex actriz eligió un vestido largo de Safiyaa de color rojo, con capa incorporada cubriendo los hombros y la espalda. Completó el look con zapatos de Aquazzura, bolso de mano de Manolo Blahnik, y pendientes de Simone Rocha.