El presidente panameño, Laurentino Cortizo, declaró este viernes la emergencia nacional en Panamá para facilitar el acceso a recursos para enfrentar la pandemia del COVID-19, que ya ha causado un muerto y contagiado al menos a otras 26 personas en el país.
El estado de emergencia nacional permitirá poner “a disposición todos los recursos para hacerle frente a las necesidades de la población en materia de salud, seguridad y economía”, y su activación fue aprobada este viernes por el Consejo de Ministros.
“Esto apenas está comenzado”, dijo Cortizo en relación al impacto del COVID-19 en Panamá, y destacó que las “medidas que se están tomando” para enfrentarla “son para salvaguardar la salud y la vida de los panameños”.
En Panamá están suspendidas las clases, los eventos deportivos y culturales y todos aquellos que involucren aglomeraciones de personas, y se someten a tamizaje a los viajeros procedentes de países con casos de COVID-19.
Cortizo ha pedido a la empresa privada y ha instruido a los entes estatales que se aplique “la nueva Ley de Teletrabajo, en la medida que sea posible, para mantener a la mayor cantidad de personas en casa”.
En las últimas horas se han observado largas filas de personas en los comercios así como las compras nerviosas de desinfectantes, productos de aseo personal, vitamina C y frutas cítricas, y ya hay denuncias de aumento desmesurado en los precios, ante lo cual el Gobierno aplica medidas para evitar la especulación y el desabastecimiento.
“Las medidas que se adoptan son para que se cumplan, los que no las cumplan que se atengan a las consecuencias (…) estamos hablando de una pandemia, estamos hablando de algo grande, (que se propaga) a una velocidad exponencial, que básicamente está en todos los países, algunos todavía no se han dado cuenta”, recalcó.
Cortizo descartó que su Gobierno piense en el cierre de fronteras terrestres o aéreas como parte de las medidas contra la pandemia, y dijo que en ello coincidieron presidentes de países centroamericanos durante una reunión virtual celebrada el jueves.
Además de las medidas para frenar la expansión del virus, el Gobierno panameño ya anunció planes para dar facilidades fiscales a las empresas que no despidan personal, así como acuerdos con la banca para impulsar el crédito, entre otros.
“Pero al final”, reconoció el presidente panameño, la crisis por la pandemia “sí va a afectar obviamente el crecimiento (económico) el desempleo, la recaudación. Pero de esta nosotros vamos a rebotar, a avanzar (…) esto va a pasar”, agregó.
Panamá registra hasta ahora una muerte por COVID-19 y otros 26 casos confirmados de la enfermedad, de los que 21 están en cuarentena en su casa; 3 hospitalizados; y dos en cuidados intensivos.
Las autoridades panameñas confirmaron el primer caso el pasado lunes y un día después informaron del hasta ahora único deceso, un hombre de 64 años que presentaba otras patologías como diabetes y que no había viajado recientemente.
“No nos queda ninguna duda de que tenemos transmisión local” del virus, dijo el jueves el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el país, Gerardo Alfaro.
La mayoría de los enfermos confirmados con el CONVID-19 tienen más 40 años y estuvieron en el extranjero en más de uno de los países donde se han registrado casos del coronavirus, según explicó la ministra de Salud, Rosario Turner.
Además, se investiga la situación de “131 contactos” que tuvieron los pacientes confirmados y hay 3.800 viajeros en seguimiento, declaró la ministra, que precisó que el país cuenta ahora con 3.000 pruebas disponibles para detectar el COVID-19 y se espera la próxima llegada de otras 15.000. /EFE