Las autoridades de Estados Unidos anunciaron que la mayoría de los arrestos y expulsiones de inmigrantes indocumentados se suspenderán “temporalmente” debido a la crisis de salud relacionada con el nuevo coronavirus.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), que en el último año intensificó sus esfuerzos para detener y deportar a inmigrantes sin papeles, dijo que durante esta situación de emergencia se limitará a perseguir a aquellos extranjeros que hayan cometido delitos o que representen “riesgos de seguridad pública”.
Esta decisión, dada a conocer en una notificación el miércoles por la noche, busca frenar la propagación de COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, y alentar a quienes estén indocumentados a hacer las consultas relacionadas con salud que necesiten.
“Durante la crisis de COVID-19, el ICE no llevará a cabo operaciones de cumplimiento de la ley en o cerca de las instalaciones médicas, como hospitales, consultorios, clínicas acreditadas e instalaciones de atención de emergencia o urgencia, excepto en las circunstancias más extraordinarias”, dijo el ICE.
“Las personas no deben evitar buscar atención médica porque temen la aplicación de la ley de inmigración civil”, subrayó.
El presidente Donald Trump, quien ha hecho de la lucha contra la inmigración ilegal una de las prioridades de su gobierno, le encargó al ICE reunir y expulsar a los indocumentados en el país, que se estima suman 10,5 millones, muchos de los cuales han vivido y trabajado en territorio estadounidense durante décadas.
Para llevar adelante su cometido, el ICE ha enfrentado a la resistencia de las fuerzas del orden en comunidades que aceptan ampliamente la presencia de los inmigrantes.
El brote del nuevo coronavirus, que deja ya unos 10.700 contagiados en Estados Unidos y más de 150 muertos, también ha obligado a suspender algunos vuelos de deportación a Centroamérica.
Esta semana, El Salvador y Guatemala dijeron que los vuelos fueron suspendidos para evitar que los migrantes repatriados propaguen la enfermedad COVID-19.
AFP