Adriana Falco salió de Venezuela el 5 de marzo con pasaje de retorno para el 16 de marzo con una aerolínea nacional. Cuando se decreta la prohibición de vuelos procedentes de República Dominicana como medida de prevención contra el coronavirus en el país, la médico venezolana busca otras opciones mientras el cerco aéreo crece y queda varada en Puerto Rico.
Raylí Luján / La Patilla
Adriana, que se encontraba en Miami, había evaluado en principio la opción de regresar a Caracas por la isla de Cuba. Los pasajes tenían un costo de 1.200 dólares para finales de mes. La joven descartó la idea y decidió contactar a unos amigos.
Uno de ellos le comentó sobre un vuelo privado que trasladaría a algunos ciudadanos venezolanos hasta Estados Unidos. La aeronave regresaría vacía desde Puerto Rico, por lo que le recomendaba dirigirse hasta allá para poder abordarla y regresar a Venezuela.
La madrugada del martes, la joven que labora en el Hospital Vargas de Caracas, se dirige hacia Puerto Rico. Luego de que la avioneta ingresara con los pasajeros a Estados Unidos y llegara el momento de regresar a Venezuela, se dan por enterados a través de las autoridades del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac) de la orden dictada por el régimen de Nicolás Maduro de cerrar el espacio aéreo.
“Quedo varada esta aeronave y otra más que también venía llegando de Venezuela. Quedamos en el aeropuerto privado Fernando Luis Ribas Dominicci en Puerto Rico. Supimos que hay otros 20 vuelos más en la misma situación en distintos países: Granda, Trinidad y Tobago, Dominicana y otros”, comenta Falco.
Adriana insiste en que el Inac debe autorizar el regreso de los connacionales. Muchos están durmiendo en los terminales aéreos mientras otros recurren a sus ahorros para poder costear las estadías en hoteles cercanos.
La especialista tiene dos hijos pequeños de 7 y 9 años de edad que se encuentran bajo el cuidado de una tía de 65 años en Venezuela.
“Me siento muy desesperada y frustrada (…) logré conseguir esta cola de avión privado porque no cuento con el dinero para otro vuelo y cerraron el espacio aéreo una hora antes del retorno. Mis hijos necesitan del cuidado de su mamá, la medida fue sorpresiva y no dieron ni un plazo de 24 horas”, agrega al solicitar a las autoridades que se permita el ingreso de venezolanos que quedaron en el exterior ante la medida sorpresiva.
Algunos pilotos piden mantener la calma y han comentado a los pasajeros de los vuelos privados que se espera un ingreso paulatino a Venezuela.