Cuba cerrará desde el martes sus fronteras por la COVID-19, permitiendo la entrada solo de residentes y la salida de los turistas que aún se encuentran en la isla.
“Vamos a regular la entrada por las fronteras del país, dejando solo autorizada la entrada de los residentes en Cuba, con la flexibilidad de garantizar la cooperación con otros países”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel a la TV estatal.
“Garantizamos el regreso a Cuba de los cubanos que estén en el extranjero, el derecho de los foráneos que están aquí de volver a sus países y mantenemos la actividad económica”, agregó, en referencia a que se mantiene la importación y exportación de productos con los cuidados necesarios.
Actualmente hay en Cuba unos 60.000 turistas, informó el primer ministro, Manuel Marrero. Ellos podrán salir. “A partir del próximo martes no podrán arribar personas al país que no sean los residentes en Cuba”, agregó. La medida se extiende por 30 días.
Entre el 20 y el 26 de marzo se prevén vuelos de retorno a Cuba de ciudadanos cubanos que permanecen en Guyana, detalló el gobierno.
Cierre de hoteles y negocios :
El turismo es el motor económico de la isla. En 2018, le significó a Cuba 3.300 millones de dólares. Pero las sanciones de Estados Unidos han restringido la llegada de vuelos y de cruceros y el ingreso de visitantes cayó más de 9% en 2019.
La isla tiene hasta el momento 21 casos del nuevo coronavirus, con un fallecido y 716 personas bajo sospecha de contagio.
El presidente aseguró que el país aún está en la Fase 1 de la pandemia, es decir, cuando se presentan casos confirmados de viajeros o de locales que se vincularon con ellos.
Pero sostuvo que adelantan medidas de la Fase 2 (transmisión autóctona) y Fase 3 (se incrementan los casos sin saber de dónde viene el contagio) a modo preventivo.
Ello implica el cierre de la mayoría de hoteles y 50% de comercios como restaurantes, lo que puede impactar en la débil economía de la isla.
“Varios países han confirmado que van a retirar los vuelos a Cuba momentáneamente de cara al control del virus, lo que impactará varios sectores de la economía, por ejemplo, se cerrarán los hoteles, solo algunos quedaran abiertos”, explicó Marrero.
Cuba, de una economía socialista y mayoritariamente estatal, cuenta con un emergente sector privado, que representa 13% de la fuerza laboral del país.
“El sistema privado turístico del país va a ser afectado pero va a tener beneficios”, consideró el primer ministro. “Si tuvo que cerrar su casa (de alquiler), el paladar (restaurante), no tendrá que pagar impuestos y se le eliminarán los trámites burocráticos”, agregó.
Un importante sector permanecerá activo, pero quienes tengan que parar tendrán garantizados 100% de su salario el primer mes y 60% en los meses siguientes.
El comercio, por otra parte, no se verá afectado. “Continuará el arribo de barcos y aviones con mercancías”, dijo Marrero. Cuba importa casi 80% de lo que consume.
Aislamiento social:
Cuba también ha suspendido sus actividades culturales, concentraciones públicas y eventos deportivos, pero no ha dictado cuarentena ni ha suspendido las clases escolares.
“¿Dónde estarán más seguros esos muchachos si no es en las escuelas? La gente dice que deberían estar en la casa. ¿Más de un millón de estudiantes? No es en la casa, estarían en la calle. El sistema de educación no está cruzado de brazos”, dijo Marrero.
Cuba confía en su sistema de salud, que afronta carencias pero que ha enfrentado epidemias como la del ébola en África. Tiene un médico asignado a cada barrio y ha puesto a los estudiantes de medicina a detectar posibles casos de COVID-19.
El presidente Díaz-Canel ha pedido “acortar las interacciones sociales” para evitar el contagio.
“Las personas de alto riesgo (ancianos) deben permanecer en casa, evitar el contacto cercano y disminuir el número de contactos que tengan las personas”, dijo Díaz-Canel. “Hay que suprimir los saludos efusivos, ni besos ni abrazos”.
AFP