¿Cuándo llegan los medicamentos?, es la pregunta que hacen todas las semanas la mayoría de los ancianos que rondan las farmacias en Cuba, país que posee la población más envejecida de América Latina.
Alrededor del 20 por ciento de la población en Cuba tiene 60 años o más, según el Banco Mundial, y pese a programas sanitarios gratuitos dirigidos por el Gobierno, los ancianos consultan frecuentemente por el suministro de enalapril, una píldora para la hipetensión, timolol o dorzolamida, dos colirios para quienes padecen de la visión, entre otros.
Los medicamentos llegan aproximadamente cada dos semanas a las farmacias de los barrios y la distancia desde sus hogares complica la vida diaria de ancianos, que deben enfrentar largas filas para tratar sus dolencias.
“Tenemos que cuidarnos todos, los que podamos con nasobuco (mascarilla), debe usarse porque realmente tenemos que mantener equilibrio en nuestro sistema de salud, aparte no hay medicamentos y estamos en una fila desde las 5 de la mañana”, dijo Georgina González, una jubilada de 70 años sentada en la acera a la espera de la apertura de la farmacia.
“Si nos cae algo de eso (coronavirus) no es fácil”, dijo con rostro de preocupación.
Cuba ha enfrentado en los últimos años una gran escasez de todo tipo desde materias primas para fabricar medicinas, incluso alimentos y productos de aseo, entre otros. La situación se ha acentuado semana tras semana desde que disminuyó la ayuda de el régimen venezolano, su aliado que ni siquiera tiene los recursos para surtir los anaqueles en farmacias, y por el endurecimiento de las sanciones que aplica a la isla el gobierno de Estados Unidos.
“Padezco de la gota, hipertensión ya por la edad, pero me mantengo en mi trabajito ahí hasta que pueda, por necesidad, y así es mi vida”, dijo Ángel Pupo, un cuidador de autos y motos de 80 años. Pupo es jubilado y recibe una baja pensión de cuando trabajaba en comercios estatales.
“Estamos esperando que pase todo esto porque la solución del coronavirus es a no muy corto plazo”, señaló Pupo dirigiendo a un auto que se estacionaba en la avenida.
El doctor Alberto Fernández, jefe del Departamento del Adulto Mayor del Ministerio de Salud Pública de Cuba, dijo esta semana que el país tiene alrededor de 2 millones de ancianos que tienen un mayor riesgo de padecer de dolencias respiratorias dado que su capacidad inmunológica tiende a disminuir.
“Estoy muy preocupada, porque tengo asma y si se acentúa no sabría qué hacer”, dijo María Torres, de 75 años y quien esperaba junto a decenas de personas afuera de una farmacia en Centro Habana. “Tengo que cuidarme porque estamos bloqueados y no hay suficientes medicamentos”, añadió.
Con información de Reuters