El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo llegó este lunes a un Afganistán en plena crisis política, con operaciones armadas de los talibanes y amenazado por la propagación del nuevo coronavirus.
Pompeo tiene previsto entrevistarse con el presidente Ashraf Ghani y el exjefe del ejecutivo Abdulá Abdulá, quien también se proclamó vencedor de la elección presidencial de 28 de septiembre de 2019.
Pompeo fue recibido en el aeropuerto de Kabul por el emisario estadounidense responsable de las negociaciones con los talibanes, Zalmay Khalilzad, y llevaba a cabo este lunes una serie de reuniones con diplomáticos de su país antes de entrevistarse con Ghani y Abdulá y otras personalidades del gobierno afgano.
La visita tiene lugar un día después de que el gobierno afgano y los talibanes se reunieran por primera vez para discutir los términos de posibles intercambios de prisioneros, etapa crucial en el proceso de paz que se inició tras la firma de un acuerdo histórico entre Estados Unidos y los insurgentes en febrero.
Este intercambio de prisioneros, previsto en el acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y los talibanes que aún no ha tenido ningún efecto en el terreno, se hace “urgente” por la propagación del coronavirus y debe realizarse “lo antes posible”, había advertido el miércoles Khalilzad.
El acuerdo histórico firmado en Doha por Estados Unidos y los talibanes preveía la liberación de hasta 5.000 rebeldes detenidos por Kabul y hasta mil integrantes de las fuerzas afganas detenidos por los insurgentes, y ello antes del 10 de marzo, la fecha prevista para el inicio de las negociaciones interafganas.
El intercambio fue retardado debido a los desacuerdos entre los dos campos.
El presidente Ghani, opuesto a esa medida, propuso a cambio la liberación de 1.500 prisioneros talibanes antes de la apertura de las discusiones interafganas, y más tarde, a lo largo de varios meses y si la violencia disminuía, los 3.500 restantes.
Los talibanes se opusieron firmemente a esa propuesta.
El acuerdo entre los insurgentes y Estados Unidos dispone un retiro progresivo total de las fuerzas estadounidenses y extranjeras en 14 meses, cuya primera etapa ya ha comenzado.
A cambio, los talibanes asumieron compromisos en materia de lucha contra el terrorismo y prometieron negociar directamente por primera vez con Kabul, cuyo gobierno nunca habían reconocido hasta ahora.
La partida de las tropas estadounidenses ya comenzó pero se ha vuelto más lenta por la pandemia de nuevo coronavirus, que en Afganistán afecta por el momento a 40 personas y ya causó un muerto.
Los talibanes cesaron los ataques contra las tropas extranjeras, pero siguen hostigando a las fuerzas de seguridad afganas.
Por otra parte, existe el temor de que Afganistán registre una crisis sanitaria mayor debido a la llegada en las últimas semanas de decenas de miles de afganos provenientes de Irán, uno de los países más golpeados por la pandemia de covid-19. AFP