El complejo monumental de las pirámides de Guiza, una de las maravillas de la humanidad, fue fumigado el miércoles como parte de los trabajos de desinfección para luchar contra la expansión de la pandemia del COVID-19 también entre los sitios arqueológicos e históricos de Egipto.
Un grupo de seis limpiadores con mascarillas y equipos de protección y fumigación se empeñaron hoy en la tarea de higienizar el entorno de las pirámides de Keops, Kefren y Micerinos, una imagen que formará parte del álbum de estampas que la pandemia está dejando en el mundo.
“Aprovechamos esta suspensión para preparar la zona arqueológica en cuanto a mantenimiento y restauración para que cuando se recupere el turismo, la zona de las pirámides esté en su máximo esplendor para recibir a sus visitantes”, dijo el director general de la zona arqueológica de las pirámides, Ahraf Mohi.
El fumigado se hizo en los accesos a las pirámides, las taquillas, los arcos de seguridad y los caminos que circundan los tres construcciones colosales y la esfinge, que desde hace varios días prácticamente no han recibido visitas después de que las autoridades decidieran suspender los vuelos y las agencias locales vieran cancelaciones en masa de turistas.
Mohi aclaró que “el monumento tiene una forma concreta de esterilización con material específico que realizará un equipo de restauradores especializados” en su interior.
“La esterilización actual es por el exterior de las rutas turísticas, los caminos, edificios e instalaciones administrativas solamente”, añadió.
En los últimos días el desinfectante ha ido impregnando las paredes de los templos de Karnak y Abu Simbel, y los complejos hoteleros de medio país, por una decisión anunciada el día 18 por el Gobierno egipcio.
La semana pasada los empleados del turismo que trabajan en Luxor, famosa universalmente por albergar las tumbas de faraones y reinas, y el templo de Karnak, entre otros grandes sitios patrimonio de la humanidad, fueron puestos en cuarentena hasta fin de mes para garantizar que no tienen COVID-19 o en caso contrario evitar que lo contagien.
También están siguiendo esas medidas los empleados del turismo en Asuán, provincia situada al sur de Luxor y con un importante patrimonio cultural, y en el Sur del Sinaí, conocido por sus hoteles y playas en el mar Rojo.
Todas los trabajadores de los servicios que se sirven en los cruceros que surcan el Nilo en esa zona, los turistas que se encontraban hasta la semana pasada en el país y los empleados del sector han sido sometidos a pruebas, y los que han dado positivo han sido aislados en hospitales, según el Gobierno.
Las autoridades egipcias han identificado en el turismo, un sector que venía recuperándose en los últimos dos años y trayendo alrededor de 10 millones de personas al país, uno de los posibles focos de riesgo de contagio del virus.
Hasta el momento Egipto tiene 366 casos de la enfermedad, que ha causado 19 muertes.
Egipto mantiene suspendidos todos los vuelos internacionales desde el 19 de marzo y ayer anunció la extensión hasta el 15 de abril de esta decisión, mientras las autoridades siguen incrementando las medidas de confinamiento y limitación de la actividad en espacios públicos.
Previamente las autoridades egipcias sometieron a controles aleatorios el pasado 9 de marzo a 558 personas, la mitad de ellas turistas y la otra mitad empleados egipcios, en hoteles y cruceros en Luxor y Asuán, pruebas que resultaron en su totalidad negativas, según el Gobierno.
En los cruceros que navegan entre esas dos ciudades del valle del Nilo se registraron los primeros casos de COVID-19 en Egipto. EFE