Las autoridades peruanas instaron el miércoles a la población a desistir de matar murciélagos, luego de rescatar a unos 200 de estos mamíferos que iban a ser quemados por campesinos alegando que transmiten la pandemia del nuevo coronavirus.
“No hay que desnaturalizar la situación por la pandemia, los murciélagos no son nuestros enemigos”, alertó el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) en un comunicado.
El Serfor llamó a la calma a la población luego que en el caserío Culden, en la región norteña de Cajamarca, unos campesinos atacaran con fuego a murciélagos.
“Los atacantes habrían atacado a los mamíferos porque pensaban que transmiten el coronavirus (COVID-19)”, señaló la agencia estatal.
Los animales fueron rescatados por personal del Serfor y liberados en una caverna, lejos del caserío.
En defensa de los murciélagos, Serfor destacó que ellos son beneficiosos y que “el 70% de las especies existentes en el mundo se alimentan de insectos, muchos de ellos nocivos para la agricultura y para nuestra salud, como los mosquitos transmisores del dengue y otras enfermedades”.
No obstante, el Serfor desaconsejó comer murciélagos.
“Tal vez debemos mejorar las buenas prácticas de crianza en el consumo, pero para qué alimentarnos de fauna silvestre, que origina un riesgo de propagación de ciertos virus existentes en los animales o en el bosque”, indicó Jessica Gálvez-Durand, responsable de Fauna Silvestre de Serfor.
En países asiáticos, como China, origen de la pandemia, la carne de murciélago es apreciada y se sostiene que es el principal vector de la enfermedad.
Los científicos piensan que el nuevo virus nació en los murciélagos. Pero habría pasado por otra especie antes de transmitirse al ser humano, quizá a través del pangolín.
En Perú, la pandemia ha dejado nueve muertos y 416 contagios desde que apareció el primer infectado el seis de marzo.
AFP