Una enfermera duerme en un silla después de doce horas de trabajo, con la máscara aún puesta. Otra parece estar llorando. El enfermero y fotógrafo Paolo Miranda cuenta en Instagram el combate de sus colegas del hospital de Cremona, al norte de Italia.
La ciudad se encuentra en Lombardía, la región más afectada de Italia, con diferencia, por la pandemia de COVID-19, con más de 3.000 muertos de los 5.000 registrados en todo el país. El sistema hospitalario regional, que cuenta con muy buenas prestaciones, se ha visto inundado por las oleadas de enfermos.
Precisamente, Paolo Miranda trata de mostrar en sus imágenes el día a día de los trabajadores sanitarios, agotados ante la epidemia.
Bajo un autorretrato suyo en un ascensor, camino de visitar a los enfermos, describe el proyecto como una alianza de su “trabajo” de enfermero y de su “mayor pasión, la fotografía”.
“No somos héroes, somos profesionales y, ante todo, seres humanos”, comenta en una de sus publicaciones, en la que muestra a una enfermera intentado consolar a una compañera, agachada en medio de un pasillo, hundida, y con la cabeza entre las manos.
“El miedo al contagio es también fuerte entre nosotros, los profesionales de la salud”, escribe, bajo la imagen de dos colegas que se abrazan, con la mascarilla y la cofia puestas.
Pero Paolo Miranda no inmortaliza tan solo el agotamiento, el miedo y el dolor. En sus fotografías también hay sonrisas, las de su “equipo”, con los pulgares levantados. “Nosotros no abandonamos a pesar del cansancio. Ustedes, quédense en casa”, reclama Paolo Miranda.
Su cuenta de Instagram, paolomiranda86, cuenta ya con más de 17.400 seguidores.
“Protéjanse bien”, pide uno de ellos. AFP