El virus sitúa hospitales españoles al límite y rompe frágil apoyo a Gobierno

El virus sitúa hospitales españoles al límite y rompe frágil apoyo a Gobierno

Trabajadores de la salud sacan un paciente de una ambulancia en urgencias del hospital de La Princesa de Madrid, España. 25 marzo 2020. REUTERS/Susana Vera

 

Mientras en España se espera la estabilización de la curva de la epidemia en los próximos días, las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales están al borde del colapso, con más de 5.200 ingresados, y se resquebraja el frágil apoyo de la oposición al Gobierno de izquierdas, tras decretar la suspensión de actividades no esenciales.

En este mes de marzo la pandemia de coronavirus se ha extendido rápidamente y se ha pasado de 73 casos el primer día del mes, a los 85.195 registrados este lunes, con lo que España supera a China – origen del contagio – y se convierte en el segundo país más afectado de Europa, por detrás de Italia.





Si bien el porcentaje de incremento de casos se ha ralentizado, lo que hace pensar a los expertos que el punto más alto de la curva está próximo, la ocupación de las UCI está al máximo, sobre todo en las regiones más afectadas: Madrid y Cataluña, donde estas unidades están al 80 % de ocupación.

Se suceden las quejas de los sanitarios por falta de material, tanto médico como de protección, a lo que hay que sumar en número de afectados en el sector, que supera los 12.000.

Otra cifra preocupante es el número de fallecidos, que ayer alcanzó los 7.340, con más de 800 víctimas respecto al día anterior.

Dado que el mejor remedio para vencer al virus es frenar los contactos sociales y la movilidad, desde este martes está plenamente en vigor el decreto del Gobierno español la suspensión de toda actividad, excepto las consideradas esenciales para combatir la pandemia y sobrellevar la vida diaria de las personas hasta el 9 de abril.

Pero esta medida, demandada por los sindicatos, ha roto el frágil consenso que existía en torno al Gobierno del socialista Pedro Sánchez, que desde que surgió la crisis ha centralizado todas las decisiones sobre la misma, una medida extraordinaria en un Estado donde las regiones (Comunidades autónomas) gozan de una amplia autonomía.

Las críticas a la decisión de “hibernar” la economía vienen tanto por parte de empresarios como de partidos políticos, sobre todo del conservador Partido Popular (PP), principal grupo de oposición.

Pero también del Partido Nacionalista Vasco, uno de los grupos que da apoyo parlamentario al ejecutivo de coalición progresista, presidido por el socialista Pedro Sánchez.

Mientras, el Gobierno trata de paliar las consecuencias de la paralización económica con medidas a favor de los grupos más afectados, como el de los trabajadores autónomos o las personas que no puedan pagar el alquiler de sus casas, después de cesar la actividad, que tiene previsto aprobar hoy. EFE