La alerta la dio el mismísimo monseñor Alfredo Espinoza, arzobispo de Quito. Dijo que por el centro-norte de Quito anda un dizque sacerdote pidiendo colaboración para realizar la Semana Santa.
Es tan audaz el falso cura que, incluso, dice que es secretario del Arzobispo y requiere ayuda para implementar los medios tecnológicos para que el prelado pueda transmitir las misas y todas las celebraciones relacionados con la Semana Mayor del catolicismo.
Ante semejante engaño, la Arquidiócesis de Quito se apuró en alertar sobre este hecho en sus redes sociales. Agregó que cualquier colaboración solo es a través de Cáritas Quito, y exclusivamente para canalizar la ayuda con kits de alimentos para familias necesitadas.
“En el momento, todas las parroquias tienen identificadas las familias en situación vulnerable de sus sectores y esos listados se han centralizado a través de Cáritas Quito para conseguir los kits de alimentos”, agregó Alexandra Bucheli, de la organización.
Si desean apoyar esta campaña de solidaridad solo es cuestión de contactarse al correo electrónico caritasquito@gmail.com y poner todos sus datos.
Allí se centraliza toda la información y según las necesidades les dirán dónde pueden ir a dejar la ayuda, porque hay muchos lugares.
Sobre el estafador, que aún no ha sido identificado ni detenido por las autoridades, se sabe que va vestido de sacerdote y, con buen verbo, se empecina en decir que la colaboración es para montar un espacio que sirva para hacer las transmisiones de las ceremonias que haga el Arzobispo.
Sin embargo, bien clarito dijo monseñor Espinoza: “Yo hago mis enlaces desde mi casa, a través de mi cuenta de Facebook que tiene una mayor cobertura”. No requiere nada más.
Lo mismo hace el 80% de las 200 parroquias de la Arquidiócesis de Quito, pues sus párrocos tienen los medios para hacer las transmisiones que a bien tengan. “No dejarse engañar”, es la alerta que hace el Arzobispo de la capital.
Este falso curita también ha estado pululando en otros lares. Según denuncias de los moradores de la parroquia de Nayón, que se las hicieron llegar a la Policía Nacional y al párroco Leonardo Merino, este individuo apareció por allí unas tres veces a pedir dinero para supuestamente comprar hábitos.
Todo porque, según él, se iba a ordenar en la parroquia de Nayón; es tan avezado que incluso entregaba invitaciones para su dizque ordenación, con día y hora. En esa ocasión, hasta el párroco se puso en guardia y alertó a toda la comunidad.