Más de 700 personas han muerto por consumo de alcohol adulterado en Irán en menos de dos meses, principalmente debido a intoxicaciones con metanol, según informó este miércoles la Organización de Medicina Forense del país.
Las intoxicaciones se han disparado en Irán, donde el consumo y la venta de alcohol está prohibido, desde el inicio en febrero pasado del brote de coronavirus, alcanzando cifras mucho más elevadas de lo normal.
El comunicado de la Medicina Forense indicó que entre el 20 de febrero y el 7 de abril fallecieron 728 personas, mientras que durante el mismo periodo del año 2019 hubo 66 muertos a causa de este tipo de intoxicación.
Según la nota, “la ignorancia de algunos compatriotas sobre la forma correcta de usar compuestos alcohólicos y la difusión de noticias falsas en las redes sociales” que apuntaban a los beneficios del alcohol contra el coronavirus son algunas de las razones de este “aumento significativo”.
La organización precisó que la autopsia de 471 de los fallecidos ya ha confirmado la intoxicación, en gran parte con metanol, y que esperan los resultados de los otros 257.
La mayoría de los muertos son hombres, un total de 627, con edades comprendidas entre los 14 y los 78 años, y la provincia más afectada ha sido Teherán, con 192 casos, apuntó la nota.
La Organización de Medicina Forense denunció que algunas personas se hayan aprovechado de la situación para vender “productos dañinos” en los que han sustituido el etanol por metanol.
Más de 3.000 personas se han intoxicado por consumir alcohol adulterado y muchas de ellas han tenido que ser hospitalizadas en un momento de presión en los centros médicos debido a la pandemia del coronavirus.
El consumo de alcohol está prohibido en Irán desde el triunfo de la Revolución Islámica de 1979, pero se pueden adquirir en el mercado negro bebidas importadas de contrabando o destiladas localmente.
El amplio y peligroso uso de alcohol metílico en vez del etílico se ha fomentado ahora asimismo por la escasez del segundo coincidiento con la pandemia del coronavirus.
EFE