El enorme hospital de campaña del ejército que cientos de soldados construyeron dentro de un centro de convenciones de Seattle la semana pasada serán desmantelados antes de tratar a un solo paciente.
En cambio, se reasignará a un estado que enfrenta una batalla más difícil contra el brote de coronavirus, dijo el miércoles el gobernador de Washington, Jay Inslee.
Cerca de 300 soldados de Fort Carson, Colorado, y la Base Conjunta Lewis-McChord (JBLM) cerca de Tacoma, Washington, construyeron las instalaciones improvisadas dentro del Centro de Eventos CenturyLink Field, que normalmente alberga a los Seattle Seahawks de la NFL y los Seattle Sounders de la MLS, para pacientes que no tienen COVID-19.
“Solicitamos este recurso antes de que nuestras estrategias de distanciamiento físico se implementaran completamente y teníamos preocupaciones considerables de que nuestros hospitales estuvieran sobrecargados con casos de Covid-19”, dijo Inslee en un comunicado de prensa.
La instalación albergaba 250 camas, un laboratorio, máquinas de rayos X, instalaciones de cirugía y una unidad de cuidados intensivos.
Pero la acción temprana de Washington para limitar la propagación de COVID-19 ha ayudado al estado a reducir la tasa de infección de la enfermedad y ha permitido a los hospitales mantener la capacidad de soportar un aumento de pacientes, dijo Inslee.
“Estos soldados desarraigaron sus vidas para ayudar a los habitantes de Washington cuando más los necesitábamos”, dijo Inslee. “Desde entonces, es evidente que otros estados los necesitan más que nosotros. Es correcto que liberemos esta capacidad, por lo que esos estados tienen las herramientas necesarias para ayudar a poner fin a esta lucha nacional que todos estamos luchando juntos “.
Hizo hincapié en que esta decisión no significa “estamos fuera de peligro” y presionó a los ciudadanos a continuar siguiendo las medidas de cuarentena y distanciamiento social.
“Tenemos que mantener la guardia alta y permanecer en casa a menos que realicemos actividades esenciales para mantener a todos saludables”, dijo Inslee. “Solicitamos este recurso antes de que nuestras estrategias de distanciamiento físico se implementaran por completo y teníamos preocupaciones considerables de que nuestros hospitales se sobrecarguen”. con casos COVID-19 “.
“Pero aún no hemos vencido a este virus, y hasta que lo hagamos, tiene el potencial de propagarse rápidamente si no continuamos las medidas que hemos implementado”, agregó.
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