Desde que comenzó la crisis del coronavirus en el estado de Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo, ha repetido una y otra vez que el COVID-19 es un virus tan peligroso, que ante la falta de acciones suficientes para frenarlo, desde el primer día tomó la delantera. Las muertes ya suman en todo el estado 7,844, tras 777 ocurridas en las últimas 24 horas. De ellas 4,778 ocurrieron en la Gran Manzana, y los contagios pasaron de 159,937 a 170,812, con casi 11,000 nuevos casos. Estas eran las cifras más actuales hasta el cierre de esta edición.
La buena noticia en medio de días de intenso luto para Nueva York, según el mandatario estatal, es que las hospitalizaciones continúan manteniéndose estables, con 18,569, un incremento de apenas 1% comparado con el día anterior. Y en las unidades de cuidados intensivos, las cifras comenzaron a disminuir: en las últimas 24 horas hubo 17 pacientes menos.
“Como alguien que busca consuelo en todo este dolor, la nivelación de vidas perdidas es una señal algo esperanzadora”, comentó Cuomo este viernes desde Albany. “La curva actual es mucho menor que cualquier pronóstico”.
Y aunque el mandatario aseguró estar “cuidadosamente optimista”, y explicó una vez más que el número de muertes sigue siendo alto, y seguirá así por varios días, debido a que aquellos pacientes que llevan semanas en cuidados intensivos o que han sido entubados, tienen menos chances de sobrevivir.
Cuomo dijo que muy seguramente una vez las cosas se regularicen, habrá una segunda ola de contagios de coronavirus, por lo que pidió a la gente estar preparados para que el resurgimiento del brote no agarre a nadie fuera de base.
“Si no esperamos una segunda ola o una mutación de este virus, entonces no hemos aprendido nada”, dijo Cuomo, manifestando la urgencia de aprender de los errores para que cuando ese momento llegue el manejo de la situación tenga menos impacto.
“Habrá una segunda ola”
“Miremos a los países que han pasado ya por este proceso de reapertura y veamos qué podemos aprender de ellos. Miremos qué funcionó y qué no, porque casos como Hong Kong y Singapur es verdad que pueden pasar aquí”, comentó Cuomo refiriéndose a la segunda propagación del brote que tuvieron esas naciones, por relajar varias medidas en la primera oleada.
“Antes de tomar pasos (para reabrir todo) asegurémonos de que estamos informados y más advertidos de lo que estábamos en el pasado”, agregó el Gobernador. “Si miramos la pandemia de 1918 estuvo durante 10 meses. Luego hubo una segunda ola, que fue peor porque el virus mutó, y luego hubo una tercera subida… no sabemos la respuesta, eso no es lo que el Estado hace, pero sí sabemos las preguntas y debemos responderlas antes de movernos al otro paso”.
Por ello el líder demócrata hizo un nuevo llamado a los neoyorquinos a no aflojar las normas que hasta ahora han mantenido la curva de contagios con tendencia hacia abajo.
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