Ante la fuerte presión diplomática, China rechazó este domingo todo tipo de “racismo” y prometió “mejorar” el trato a los africanos en la ciudad de Cantón (sur), que se dicen víctimas de discriminación por el COVID-19.
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La Unión Africana manifestó la víspera su “suma preocupación” e instó a Pekín a adoptar “medidas rectificativas inmediatas”. Estados Unidos había denunciado la “xenofobia de las autoridades chinas”.
Varios africanos de Cantón, particularmente numerosos en esta ciudad de 15 millones de habitantes de la provincia de Guangdong (sur), declararon en los últimos días a la AFP que estaban siendo víctimas de expulsiones arbitrarias y que les habían prohibido entrar en los comercios.
Asimismo denunciaron que habían sido expulsados de sus viviendas y eran rechazados en hoteles, por lo que algunos habían tenido que dormir en la calle.
Estos incidentes se produjeron después de que cinco nigerianos de Cantón, que dieron positivo al COVID-19, huyeron de su cuarentena. El asunto generó un revuelo y provocó una lluvia de comentarios xenófobos en internet.
“Las autoridades de Guangdong dan una gran importancia a las preocupaciones manifestadas recientemente por algunos de nuestros amigos africanos”, dijo el domingo Zhao Lijian, un portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores.
“(Las autoridades) se esfuerzan en afinar y mejorar sin demora sus métodos de trabajo”, subraya en un comunicado.
Entre las medidas anunciadas figuran la atención sanitaria “sin discriminación”, la designación de hoteles para los extranjeros que necesiten permanecer en cuarentena y descuentos en los gastos de alojamiento de personas en dificultades.
“Asimismo, las autoridades también van a establecer un mecanismo de comunicación eficaz con los consultores extranjeros de Cantón. Estas se oponen firmemente a todo racismo y toda discriminación”, precisa Zhao.
Los incidentes de Cantón pueden sorprender porque China mantiene excelentes relaciones con la mayoría de los países africanos, en los que ha invertido cantidades ingentes en los últimos veinte años.
China ha controlado la pandemia de COVID-19, pero sigue alerta por las personas que llegan del extranjero ya que son potencialmente portadoras del coronavirus y por tanto, susceptibles de provocar una segunda ola de epidemia.
Con información de AFP