Una encuesta realizada por Reuters registró el lunes la expectativa de que la caída de las exportaciones de China se haya profundizado en marzo, mientras que el hundimiento del precio del petróleo probablemente haya agravado la disminución de las importaciones, con una economía mundial gravemente herida por un coronavirus que ha congelado la demanda.
El impacto generalizado de la pandemia en empresas y consumidores ha desencadenado en los dos últimos meses una avalancha sin precedentes de medidas de estímulo por parte de los Estados e instituciones financieras de todo el mundo, si bien diversos agentes del mercado consideran que la paralización general de la actividad vigente en muchas economías del mundo está retrasando la recuperación del comercio tanto en China como en el resto del mundo.
Se espera que los sombríos datos de la balanza comercial que se darán a conocer el martes refuercen la perspectiva de que la economía de China se ha contraído bruscamente durante el primer trimestre del año por primera vez desde por lo menos 1992. Numerosos analistas ya pronostican que este año se registrará una pronunciada recesión mundial, ya que el coronavirus ha dado pie a la imposición restricciones al movimiento de personas y mercancías a nivel mundial.
Se espera que las exportaciones de la segunda economía más grande del mundo hayan caído un 14% en marzo con respecto al mismo mes del año anterior, según la estimación media recogida en la encuesta realizada a 31 economistas, conteniendo ligeramente la contracción del 17,2% del período enero-febrero.
Por su parte, las importaciones se habrían reducido un 9,5% interanual, la caída más pronunciada desde julio de 2016, superior al descenso del 4,0% registrada en enero-febrero.
La Organización Mundial del Comercio divulgó la semana pasada su previsión de que el comercio de bienes se reducirá este año de forma más drástica que durante la crisis financiera mundial de hace una década, antes de repuntar en 2021 una vez haya remitido la pandemia de COVID-19.
En las etapas iniciales del brote China impuso duras restricciones al viaje y el cierre de fábrica para frenar la propagación del virus, tensando el mercado laboral y forzando a los exportadores a apresurarse para cumplir con sus pedidos.
Pero con el agravamiento de los estragos causados por la pandemia en las economías de los socios comerciales de China los pedidos del extranjero se han reducido drásticamente, por lo que muchos exportadores de titularidad privada han despedido trabajadores y advertido del cierre de fábricas en un futuro no muy lejano.
“La demanda extranjera de los mercados europeos y estadounidenses podría haberse contraído ya significativamente en marzo”, dijo Tao Wang, economista de UBS, quien señaló que una encuesta oficial sobre el sector manufacturero publicada a principios de este mes mostró que los pedidos de exportación siguieron cayendo en marzo.
“A pesar de algunas posibles mejoras en la actividad económica de marzo, se espera que el crecimiento del PIB del primer trimestre se contraiga un 10% con respecto al año anterior”, dijo Wang.
El banco de inversiones Nomura y ANZ han llegado a plantear la posibilidad de que se produzca una recesión en la segunda economía más grande del mundo, pronosticando que el PIB del segundo trimestre caerá por debajo de cero.
Aunque China ha conseguido controlar en gran medida el virus, el país se enfrenta al riesgo creciente de una segunda oleada de infecciones procedentes del extranjero, debido al aumento de los viajeros infectados llegados del exterior del país.
Hasta el 12 de abril, China ha notificado un total de 82.160 casos de coronavirus en el territorio continental, con 3.341 muertes. En todo el mundo la pandemia se ha cobrado más de 113.000 vidas e infectado a más de 1,8 millones de personas. Reuters