Yvan Piquel: La etapa final

Yvan Piquel: La etapa final

Luego de 26 días acá estamos, un 11 de abril en cuarentena y con un país muy complicado. Pues si, como muchos ya lo advertían la realidad venezolana tenía que complicarse, tal vez por falta de atención o inclusive por creer que el terror tenía límites, lo cierto es que hoy acá estamos en cuarentena pero de la dura y triste realidad que nos espera en las calles.

Hoy Venezuela la grande, la heroica, la que alumbraba el camino al sur está apagada, no por una enfermedad, cuestión que es bastante decir, al contrario cada día que pasa de esta película apocalíptica pierde importancia en la sociedad, en “el pueblo de a pie” esta terrible amenaza mundial. El verdadero temor en muchos sectores es al final de la historia de crímenes y dolor que durante  más de 20 años ha dejado incompletas a más familias venezolanas que el COVID-19.

Pues si, el problema que hoy aqueja a muchos es de orden social, la vida cada día se complica mas, lo cotidiano se ha vuelto extraordinario y los abrazos quedaron en el recuerdo. Sobrevivir requiere de ingenio y mucha habilidad para enfrentar una realidad constituida por una economía en ruinas, pero sobre todo por un sistema político muy desequilibrado y al borde, donde alimentarse es un reto superior a evitar el contagio del “Virus Chino”.





Nuestra realidad hoy está constituida por grandes logros, por una competencia nada lógica por alcanzar un mínimo de tranquilidad, por lograr resolver las necesidades básicas que en otrora eran simple formalismo. Obtener agua, gas, servicio eléctrico, o inclusive gasolina, hoy se ha constituido en el mayor logró de un ciudadano que se sostiene en pie cual boxeador en el 11vo round ¿Quien ganará la pelea?.

Y pensar que hasta solo algunos años la retórica indicaba que a “Venezuela nadie la bloqueaba”, retórica que sostenía que el régimen era invencible, era inalcanzable o inclusive eterno. Lo cierto es que hoy lloran por las esquinas, piden indulgencia para tratar dentro de la pandemia sacar el mayor provecho político posible, lograr sostener la revolución a toda costa.

Lo lamentable es que en medio de este conflicto se acaba el tiempo, se terminan las reservas y ya se puede comenzar a ver una creciente ola de presión en la sociedad que resulta peligrosa. Los sectores comienzan a exigirle al régimen político, este busca desesperadamente una mano amiga que pueda salvar la ideología chavista en América Latina.

El “Tic-Toc” del Presidente (E) Guaidó indica el camino de lo que será un inminente cambio, él acompañado de la Asamblea Nacional y sus diputados líderes, apuntan a que ese cambio es indetenible, y que la propuesta de un gobierno de emergencia cobra cada día mayor legitimidad en las todas clases sociales.

En fin, los días siguen avanzando, mi realidad sigue enfrentando el reto de este régimen, el COVID-19 sigue caminando por las calles venezolanas y el sistema político continua sin dar respuestas ni oportunas ni satisfactorias a las demandas, no se quien llegará primero al final, pero de lo que si estoy seguro es que la naturaleza tiene la oportunidad de completar el ciclo entrópico del Socialismo del siglo XXI, a 26 días de supervivencia sigo luchando y observando la luz al final del túnel.