En plena pandemia de coronavirus, Turquía intenta mejorar su imagen internacional entregando material médico a Italia y España, tests a los palestinos o medicamentos a Armenia.
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Pese a que el país también sufre de la pandemia de COVID-19, que ha dejado unos 1.300 muertos, no duda en enviar ayuda a los países que lo necesitan.
En las últimas semanas Turquía envió aviones llenos de máscaras, blusas y botellas de gel hidroalcohólico a Italia, España y Gran Bretaña.
Una actitud que no es nueva, según Jana Jabbour, una especialista de la diplomacia turca en el Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po).
“El presidente Erdogan siempre quiso posicionar a Turquía como ‘potencia humanitaria'” preparada para socorrer “a los que lo necesitan”, ya sean minorías musulmanas oprimidas o países afectados por catástrofes naturales, dijo a la AFP.
Pero a diferencia de otras veces, en el caso del coronavirus se trata de ayudar a los países desarrollados que están más acostumbrados a ayudar que a recibir ayuda.
Para el presidente Recep Tayyip Erdogan, nostálgico del imperio otomano que, antes de hundirse, fue llamado el “hombre enfermo” de Europa por las potencias occidentales, se trata de una especie de revancha histórica.
“Se trata de demostrar que Turquía es una potencia fuerte que tiene medios para ofrecer ayuda a los Estados europeos, ahora ellos mismos ‘enfermos’, tanto en sentido literal como figurado”, apunta Jabbour.
Para reforzar esta idea que gusta a la opinión pública turca, el gobierno escenifica cada envío de material médico con la retransmisión en directo del despegue de los aviones y mensajes de agradecimiento en los periódicos.
Al enviar material a los países que lo necesitan, Erdogan intenta también mejorar sus relaciones con occidente, tensas desde 2016.
El pasado domingo el portavoz de Erdogan dijo que Turquía fue “el primer país dentro de la OTAN en enviar ayuda a Italia y España”.
“La candidatura de Turquía a la Unión Europea es buena para Turquía pero la presencia de Turquía también es buena para Europa. En realidad esta epidemia nos da la razón”, declaró el portavoz de la presidencia turca Ibrahim Kalin.
Un centenar de países pidieron ayuda a Turquía, afirmó Kalin.
Erdogan informó el lunes que el gobierno turco ya había enviado ayuda a 34 países.
– “Dimensión estratégica” –
Además de la operación de comunicación, “hay una dimensión estratégica en la elección de los países ayudados por Turquía”, apunta Soner Cagaptay, del Washington Institute of Near East Policy.
Al enviar la semana pasada equipamiento a cinco países de los Balcanes, una región que estuvo bajo dominación otomana, Turquía quiere reforzar su imagen de “tío generoso”, dice Cagaptay a la AFP.
Otro ejemplo es el envío de material médico a Libia, donde el sistema sanitario está destruido por la guerra entre el gobierno de Trípoli, con apoyo turco, y las fuerzas disidentes, apoyadas por Emiratos Árabes Unidos y Egipto.
“Se trata de evitar que el gobierno de Trípoli se hunda con el peso de la pandemia. Es otro capítulo de la rivalidad entre Turquía y Emiratos”, apunta Cagaptay.
La crisis del Covid-19 permite a Turquía mejorar las relaciones con los países con los que vive tensiones desde hace años.
El domingo Ibrahim Kalin declaró que Erdogan autorizó la venta a Armenia de un medicamento del que no dio detalles.
Turquía también respondió positivamente a un pedido de Israel de material médico pese a las fuertes tensiones entre los dos países, añadió Kalin, explicando que el material será enviado a los palestinos.
Con información de AFP