El Instituto Superior de Sanidad informó hoy de que más de 6.000 ancianos han muerto en residencias de Italia desde el 1 de febrero hasta hoy, el 40 % presentaba síntomas como fiebre y tos, aunque a menos de 1.000 de ellos se les había realizado la prueba para ver si eran positivos en coronavirus.
“Entre 6.000 y 7.000” ancianos han fallecido en residencias “desde el 1 de febrero hasta hoy”, es decir, “entre el 7 y el 8 % del total de residentes”, dijo Graziano Onder, del Instituto Superior de Sanidad, en una rueda de prensa.
Explicó que se había realizado la prueba de coronavirus a menos de mil de ellos, pero que el 40 % presentaba síntomas como tos y fiebre.
“Sabemos que febrero era todavía un mes de pocos contagios, por lo que no somos capaces de establecer cuántas muertes han estado ligadas al coronavirus y cuántas no, sobre todo en las registradas en febrero”, reconoció.
No obstante, ilustró que “gran parte de las muertes se contabilizaron en la segunda mitad de marzo, durante el pico de la infección” de COVID-19 en Italia.
Onder destacó que todavía son datos parciales y que el instituto sigue recabando información, preguntando a las residencias de todo el país.
Detalló que en gran número de ellas se ha evidenciado una falta de dispositivos de protección para el personal trabajador y también lamentó que en las primeras semanas de la emergencia no se realizaron test suficientes a los ancianos con síntomas similares a los de una gripe, porque se dio prioridad a los enfermos ingresados en hospitales.
El director general adjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el italiano Ranieri Guerra, calificó recientemente de “masacre” lo ocurrido en las residencias italianas.
Las autoridades italianas investigan más de 600 residencias de todo el territorio y han observado que el 17 % de ellas presenta irregularidades.
Entre las estructuras investigadas se encuentra la de Pio Albergo Trivulzio, en Milán (Lombardía, norte), en la que han muerto 150 ancianos con coronavirus, de un total de 1.000 residentes.
EFE