Desde la presidencia de la junta administradora ad hoc de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), Luis Pacheco tiene una visión privilegiada de lo que ocurre en la principal industria del país. A esto se suma su amplia experiencia en el sector de los hidrocarburos y su gestión como planificador, facetas que le permiten mirar estratégicamente este momento histórico de caída de los precios petroleros a negativo. “Esto es una coyuntura y el negocio petrolero es de largo aliento”, afirma. Sin embargo, está claro en que se necesitan decisiones heroicas y un cambio. El régimen de Nicolás Maduro “no puede hacer nada por mejorar la situación actual de PDVSA”.
Por: Alejandro Hernández / La Gran Aldea
-¿Cuál es su análisis sobre el desplome mundial de los precios del crudo?
-Lo primero es que esta es una situación muy coyuntural, que va a cambiar con los días. En este momento hay una tormenta perfecta compuesta por la baja demanda, el exceso de oferta, déficit de almacenamiento y cierre de los contratos a futuro. Estos cuatro puntos han coincidido y por eso el petróleo alcanzó precio negativo. Es importante decir que esta circunstancia no es sorpresa, antes del coronavirus había una caída paulatina de la demanda y también una sobreoferta en el mercado petrolero.
-El 5 de enero de 2009, Hugo Chávez, en el Teresa Carreño, dijo que Venezuela no entraría en crisis así el petróleo llegara a cero dólares el barril.
-Esa declaración es una muestra más de que la ignorancia es audaz. Chávez sabía que estaba sostenido por los altos precios del crudo y nunca pensó que iban a bajar, como hemos visto en tiempos recientes. Su respuesta fue ignorante.
-¿Cuál es su proyección sobre cómo terminará el mercado petrolero este 2020?
-La situación del precio del petróleo es un resultado de dinámicas de mercado. En las últimas semanas la OPEP, en alianza con otros países petroleros como México, Noruega y, sobre todo, Rusia, llegaron a un acuerdo para bajar la producción de crudo cerca de 10 millones de barriles por día. En la medida en que esos recortes se puedan materializar y entren en sincronía con la demanda real que hay en el mundo, los precios se empezarán a levantar; pero son dos factores que no necesariamente van al mismo ritmo. Creo que tendremos una recuperación del crudo que situará su valor alrededor de los 40 dólares por barril a finales de año, pero al día de hoy es incierto y hasta arriesgado hacer la proyección.
Puedes leer la nota completa en La Gran Aldea