“Un camino no real”. Así bautizó su libro Jerzy Dudek, el ex arquero polaco, que pasó por el Feyenoord de Holanda y el Liverpool inglés, antes de recalar en el Real Madrid, donde jugó entre 2007 y 2011, cuando se retiró. En la Casa Blanca, el guardameta, de 47 años, una Liga de España, una Supercopa local y una Copa del Rey. Además, tuvo como compañero a Cristiano Ronaldo, y cono adversario a Lionel Messi, dentro de la estructura del Barcelona multicampeón de Pep Guardiola.
Pues bien, Dudek apeló a términos polémicos para describir a las dos grandes estrellas que monopolizan todos los premios desde hace más de una década. Con el argentino, de 32 años, no tuvo piedad. “Era falso y provocador, al igual que Barcelona y Josep Guardiola. Se creían listos provocando y en ocasiones llegaban a la perfección. Eso le dolía mucho a Mourinho y a todo el equipo”, firmó el campeón de la Champions 2004-2005 con el Liverpool.
Aunque recién en los últimos años se ha visto un Messi más contestatario tanto en la competencia como ante las cámaras, según Dudek, dentro del campo de juego surgía una versión diferente del Pulga. “Yo he visto a ese Messi. A Pepe y a Sergio Ramos les decía tales groserías que nadie podría imaginar de un tipo tan callado y bueno en apariencia”, aseguró, aunque no matizó sus palabras con el contexto: en aquellos clásicos, los dos marcadores centrales del Merengue no marcaban precisamente con cariño al astro blaugrana.
Vale recordar también que mientras Dudek jugó en el Real, el conjunto culé cosechó 11 títulos, incluyendo tres Ligas y dos Copas de Campeones de Europa.
Con Cristiano Ronaldo tampoco tuvo contemplaciones, aunque luego buscó justificar sus fuertes opiniones sobre la personalidad del actual delantero de la Juventus, de 35 años. “Es arrogante, pero en el fondo es un tipo auténtico. Es lo que la gente percibe de él, guste más o menos. Como Raúl, es egocéntrico, sumamente competitivo y ganador. Los dos preferirían que el equipo ganara 2-1 con goles suyos, que 5-0, con tantos que otros compañeros”, sentenció el portero, que en su paso por Madrid debió vivir bajo la sombra de Iker Casillas.