La relación entre Draymond Green y Kevin Durant marcó el convulso final de la etapa más gloriosa en la historia de los Golden State Warriors. Dos jugadores de fuerte carácter que tuvieron más de un encontronzado en público con gritos e insultos y que ni mucho menos ha terminado con la salida del alero rumbo a Brooklyn.
Así al menos lo ha dejado claro el ala-pívot de la franquicia californiana quien a raíz de la emisión de The Last Dance ha recordado lo sucedido durante la última temporada de Durant en los Warriors. Una situación similar a lo vivido en Chicago en la temporada 1997-1998 con Scottie Pippen.
“Definitivamente me sentí identificado”?, aseguró Green en After Party de Uninterrumped. “Creo que Phil Jackson hizo una cosa muy buena. Asumió el problema enorme que había, el elefante en la sala. Pero en nuestro caso fue algo diferente. Fue un problema de contratos, pero también de jugadores en sí”.
“Kevin firmaba sus contratos temporada a temporada. Ese era nuestro elefante en la habitación. Y Steve trató de que lo tomáramos como una temporada, que la aprovecháramos sin mirar más allá”; recuerda Green, “Kevin siempre decía que no sabía qué iba a hacer la temporada siguiente y que no importaba, pero sí importa. No era la única persona a tener en cuenta”.
Green acusa al alero de los Nets de no ser claro con sus intenciones de futuro y con ello perjudicar al rumbo de la temporada de los Warriors: “Lo que hubiera hecho falta es que Kevin Durant dijera que hasta ahí llegaría todo y que fuéramos a por ello o al contrario, que no iba a ser así”.