El calvario de un exjugador de NBA elegido antes de Michael Jordan en el draft

El calvario de un exjugador de NBA elegido antes de Michael Jordan en el draft

Sam Bowie de los Portland Trail Blazers dispara sobre Kareem Abdul-Jabbar de Los Angeles Lakers durante un juego entre 1984-1988 en el Great Western Forum en Inglewood, California. La carrera de Bowie en la NBA es el tema de un nuevo documental de ESPN que se transmitirá el jueves. | Foto: Pivot World

 

La serie The Last Dance que repasa la historia de Michael Jordan y de los Chicago Bulls hace mención en su primer episodio estrenado esta semana a lo sucedido el 19 de junio de 1984, el día que comenzó el vínculo entre el mejor basquetbolista de todos los tiempos y la franquicia del norte de los Estados Unidos.

Por Jeremías Rodríguez / Infobae





Aquella noche se celebró el draft, el sistema de selección de juveniles que se realiza una vez al año en la NBA. El método es sencillo: los peores equipos de la temporada tienen prioridad en la elección y las opciones disponibles son jóvenes que brillan en el baloncesto universitario.

Houston Rockets abrió el juego al tomar a Akeem Olajuwon, quien luego triunfó en la liga y ganó dos títulos de NBA (1994 y 1995), siendo elegido figura de ambas finales. El segundo turno fue para Portland Trail Blazers, que optó por un destacado pívot de la Universidad de Kentucky, dejando así la vía libre para que los Bulls se quedaran con Jordan.

“30 años después de aquel draft aún escucho los comentarios y los reclamos de cuán estúpido fue Portland por haber escogido a Sam Bowie por sobre Jordan”, dijo.

El ex comisionado de la NBA David Stern junto a Akeem Olajuwon y Sam Bowie el día del draft de 1984 (AP)

 

Bowie nació en Lebanon, Pennsylvania, y conoció el baloncesto gracias a su padre, quien se ganaba la vida como chofer de autobuses, pero que en su etapa de estudiante había sido una de las figuras de su equipo colegial, por lo que en sus ratos libres solía practicar. En el secundario, el joven de cabellera enrulada comenzó a destacarse y llegó a ostentar un promedio de 28 puntos y 18 rebotes por partido, marca que le abrió las puertas de la Universidad de Kentucky.

Allí, demostró un gran nivel y en su primera campaña fue elegido como uno de los cinco mejores jugadores de la conferencia del sudeste. Tal era su rendimiento que incluso fue llamado para formar parte del equipo olímpico estadounidense de 1980, pero el boicot realizado a Moscú le impidió viajar a Rusia. Su crecimiento parecía no tener techo, hasta que una lesión obligó a detener su carrera.

Bowie sufrió una fractura en la tibia izquierda que por no haber sido tratada de la manera correcta lo mantuvo durante dos temporadas fuera de las canchas. Finalmente, pudo regresar a su nivel y en su quinto año de la liga universitaria (NCAA, por sus siglas en inglés) el equipo llegó al Final Four, aunque cayó en semifinales. Entonces llegó el draft de 1984.

En la semana previa, Portland le realizó unos estudios para se asegurarse que las lesiones eran cosa del pasado en la vida del pívot de 2,16 metros de altura, quien tenía pasta de campeón, pero que apenas había jugado 96 partidos en el equipo universitario.

“30 años después de aquel Draft aún escucho los comentarios y los reclamos de cuán estúpido fue Portland por haber escogido a Bowie por sobre Jordan. Pero lo que no dicen es que nadie sabía que Michael iba a ser el Michael que terminó siendo y lo más importante es que en ese entonces Portland tenía jugadores en esa posición, Jim Paxon y otro sujeto llamado Clyde Drexler. Ellos ya estaban en la franquicia por lo que el puesto ya estaba cubierto, lo que faltaba era un centro, por lo que escogieron lo que necesitaban”, remarcó Bowie en el programa de televisión estadounidense From The Rafters of Rupp.

Lo cierto es que durante un tiempo nadie advirtió que los Trail Blazers habían cometido el peor error de la historia de la NBA, según lo calificó más tarde la revista Sport Illustrated, ya que en la primera campaña, el novato se adaptó de inmediato, jugó 79 de los 82 partidos de la temporada regular sin problemas físicos. La franquicia alcanzó los Playoffs y tras vencer a los Mavericks en la primera llave, cayeron ante los Lakers. Pero al año siguiente, todo cambió.

En febrero se rompió la tibia derecha, luego de que su compañero Jerome Kersey cayera sobre él en un duelo ante Milwakee Bucks. Los especialistas le colocaron seis clavos y recién pudo volver el siguiente año, pero con tras 20 partidos comenzó a acumular molestias que lo obligaron a tener una nueva intervención.

El 7 de noviembre de 1986, cuando jugaba contra los Dallas Mavericks, sufrió una de las lesiones más escalofriantes de la historia de la NBA. Tras lanzar un doble, en el apoyo cargó todo su peso sobre su pierna derecha y esto le provocó una fractura expuesta que lo mandó una vez más al hospital. Fueron 10 clavos los que le pusieron en su tibia derecha y pasó 51 semanas fuera de los entrenamientos.

Después de todas estas lesiones, y de una cuarta fractura durante un precalentamiento, Portland le abrió las puertas de salida y Bowie se marchó en 1989 rumbo a New Jersey para unirse a los Nets, en donde disputó tres temporadas. Para ese entonces Michael Jordan ya era una estrella a nivel mundial y en la campaña 1990/91 ganó el primero de sus seis anillo.

La carrera de Bowie quedó estancada y en 1993 firmó para Los Ángeles Lakers, franquicia en la que jugó hasta 1995, cuando llegó Shaquille O’Neal para ocupar su posición. En ese momento se le ofreció ser suplente de la megaestrella que llegaba desde Orlando. “La idea era que apenas jugase 16 o 17 minutos por partido, tal vez menos, durante dos temporadas, pero lo que no sabían era que yo no podía enfrentar en los entrenamientos a Shaquille O’Neal todos los días”.

Sus piernas ya no toleraban el dolor y rechazó la oferta de renovación. Fue entonces cuando recibió el llamado de los Bulls. El pívot que estaba a punto de colgar las botas viajó a Chicago se reunió con Phill Jackson y éste le ofreció un lugar en el equipo. Aquel día, dialogó incluso con Jordan, quien le fue franco: “Mira, grandote. Ganaremos el título contigo o sin ti, pero será mucho más fácil contigo”.

A pesar de la motivación que esto significaba, Bowie entendió que su cuerpo necesitaba parar, por lo que 11 años después de aquel draft de 1984 se retiró.

Bowie actualmente se dedica a la crianza de caballos de carrera. | Foto: Infobae

 

En un documental de ESPN estrenado en 2012, reconoció que no fue del todo sincero en los exámenes médicos que Portland le realizó antes de escogerlo en 1984. El doctor Robert Cook golpeó con un martillo su tibia izquierda y le preguntó si le dolía: “No”, contestó. Falso.

“Hice lo que pensé que haría cualquier otro atleta, que es venderse a sí mismo, llegar a la NBA. No solo llegar a la NBA, sino tener la oportunidad de ser la primera selección en el draft. Pero cuando pasé por ese examen físico, mi pierna me estaba matando ese día”.

Actualmente, Bowie se dedica a la crianza y al entrenamiento de caballos de carrera en Lexington, Kentucky, en donde es famoso por aquellos años de universidad que lo convirtieron en una estrella, incluso su camiseta 31 fue retirada del equipo por sus grandes actuaciones. En varias declaraciones a lo largo de su vida, el hombre de 59 años siempre se ha mostrado satisfecho con su carrera y feliz de poder haber sido un jugador de NBA, además es un confeso admirador de Michael Jordan.