El régimen de Maduro en su afán de intentar solventar a corto plazo el problema de abastecimiento e inflación que se vive en Venezuela ha decidido ir por la vieja tesis del control de precios, misma que les ha llevado al eterno fracaso y ha generado por el contrario mayor incertidumbre y un descontrol en los mercados productivos.
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En 2019 el chavismo obligado por las presiones que ocasionaron las sanciones impuestas por los Estados Unidos y la Unión Europea, en donde prácticamente muchos de los activos del estado quedaron congelados, decidieron flexibilizar sus fiscalizaciones y permitir que las empresas fijaran sus ofertas según lo que pudiera costar el rubro.
Evidentemente esto generó que en los anaqueles volvieran a aparecen productos que tenían varios años ausentes en el país y los venezolanos en cierta forma dejaron de formar largas colas.
Sin embargo, ahora en el 2020, Nicolás Maduro ha visto mermados sus ingresos por la emergencia en el sector petrolero y la crisis generada por el Covid-19, y anunció en vocería de Delcy Rodríguez, la ocupación del consorcio Coposa por 180 días prorrogables y la vigilancia de las empresas Polar y Plumrose.
¿Qué ha pasado en Venezuela cada vez que esto ocurre?
La vieja excusa de la guerra económica y el control de precios en el país siempre ha terminado con la desaparición de los productos de primera necesidad, generando el aumento de las mafias y la obtención de un pequeño sector a estos artículos.
Entre julio y agosto de 2018 el gobierno también congeló precios a 25 artículos de la cesta básica, en el marco del “Plan 50”, para esa oportunidad los acuerdos con las empresas fueron poco beneficiosos y los expertos le sugerían al desechar el plan a fin de no generar un caos innecesario.
En el país se realizaron varias detenciones a gerentes de súper mercados por presuntamente elevar los costos, la Superintendencia Nacional para la Defensa para los Derechos Socioeconómicos (Sundde) realizó jornadas de fiscalización. En total se sancionaron a más de 200 personas y 500 comercios.
La Ley Orgánica de Precios Justos se creó el 23 de enero de 2014, y apareció en la Gaceta Oficial N.° 40340, desde entonces Maduro y sus voceros han tratado de satanizar a los comerciantes venezolanos, quienes no les queda otra cosa que trabajar con las uñas para más o menos surtir algunos sectores.
La realidad es que este último anuncio del chavismo no es lo mismo que hace algunos años, se da en medio de disturbios registrados en los últimos por la escasez de gasolina, que han generado conatos de saqueos en el interior del país.
Para este lunes 27 de abril se espera que se publique la lista de artículos que serán regulados, pero desde ya muchos venezolanos denuncian como desesperada la medida y ruegan que no comience otra tortura.