“VUELTA MALA” Comunidad Indígena que pertenecen a las etnias Yaruyo y Sivi, con disidentes de grupos armados al margen de la ley que hacen vida en la zona fronteriza con Colombia. “Conformada al menos con 40 personas”. Se han encargado de sembrar el miedo y el terror en las sabanas de los llanos apureños. Donde habitantes y hacendados que vivían con tranquilidad y armonía, sea convertido en una pesadilla y angustia, además temen que en cualquier momento sean otra víctima de este grupo sanguinario.
Por lapatilla.com
El caso más reciente es del ganadero Claudio Ramón Calzadilla Maleras, de la finca “La Fortaleza”. Quien se había hecho cargo de las tierras luego de la muerte de su padre, por lo que se vio en la obligación de abandonar sus estudios de Veterinaria en la Universidad Central de Venezuela, (UCV), los cuales estaba a punto de culminar. “Hombre de amplia sonrisa, humilde, apasionado y creyente de dar sin esperar nada a cambio, no miraba la maldad caminando, contagiando siempre a los suyos de su cariño” apodado “El Gordo”. Así expresaban sus familiares.
Claudio Calzadilla de 31 años de edad se encontraba en su finca “La Fortaleza” el 14 de Abril del presente año, cuando uno de sus obreros llegó a la finca a informarle que los 36 caballos que le habían robado hace dos años los tenían en la comunidad “Vuelta Mala”. Calzadilla sale junto con el obrero que le dio la información y otro que estaba en la finca con la esperanza de recuperar sus caballos pero no regresó.
Uno de los obreros que escapo a tiempo pudo volver a la finca para avisar lo ocurrido, “al llegar a dicha comunidad a recuperar los caballos le tendieron una emboscada. Lo rodearon entre todos, apoyados por su “capitana Margarita”, sin mediar palabras, fueron alcanzados por flechas disparadas por este grupo criminal”. El obrero le dijo a los familiares que debían huir de los indios porque podían venir por ellos a la casa y asesinarlos a todos.
Con mucho miedo y desespero lograron salir de la finca, con destino a Guachara la población más cercana, a solicitar ayuda. En el camino mantenían la esperanza de que Claudio Calzadilla estuviese con vida, y que hubiera logrado escaparse y esconderse.
Al llegar a Guachara, colocaron la denuncia ante el comando de la GNB, desde donde sólo enviaron a 2 militares y 3 policías. Los cuales hubo que trasladar en el mismo carro en el que logramos escapar, porque ellos no tenían vehículos, ni gasolina para movilizarse. Pero no obtuvieron ningún resultado.
Al día siguiente llegó a Guachara una segunda comisión de la GNB proveniente de Achaguas, a los cuales también hubo que conseguirles un vehículo prestado y gasolina para poder llegar al lugar del acontecimiento.
Ese mismo miércoles cuando las comisiones estaban realizando la búsqueda de Claudio, dieron con el lugar de los hechos y siguiendo un rastro de sangre encontraron tan solo una de sus piernas a la orilla del río Capanaparo. En dicha comunidad indígena “VUELTA MALA” ya no se encontraban los indígenas, sólo sus casas vacías con pruebas de que habían huido.
Se pudo conocer que los flecharon entre varios, y no conforme con asesinarlo procedieron a descuartizar su cuerpo y lanzarlo al río Capanaparo. Días después el otro obrero que andaba con él, apareció pero quedó a la expectativa.
El pasado lunes 20 de abril, representantes del gremio ganadero se reunieron con las autoridades de los diferentes cuerpos de seguridad del estado Apure, para pedir que se tomen medidas con urgencia, pues ante la presencia de indígenas los policías no actúan con la rigurosidad debida. Al mismo tiempo, se comunicaron con Tarek William Saab, fiscal designado por la constituyente cubana, a fin de ejercer presión pues la situación pone en riesgo a productores y familias de la zona.
Familiares piden justicia que este caso no quede impune. Donde ahora viven con la zozobra y el miedo de ser atacados por este grupo indígena.
