El actual número dos del mundo, Rafael Nadal, lleva más de un mes y medio acatando el confinamiento social en su casa. Desde el 14 de marzo, España, uno de los países más perjudicados por la llegada del coronavirus está en stand by, tanto en lo social como en lo económico y deportivo.
El país es uno de los más perjudicados por la llegada de coronavirus ya que cuenta con más de 220 mil infectados y 23.500 muertes, aun está parado y son muchos los atletas que intentan ayudar al servicio sanitario para que no colapse y pueda luchar contra la COVID-19.
En esta ocasión, el español se unió a una iniciativa solidaria junto a la Cruz Roja y otros deportistas con el objetivo de ayudar al personal médico y a las familias más necesitadas. Para promocionar dicho proyecto, el tenista y el basquetbolista Pau Gasol brindaron una entrevista masiva de la que participaron los cuatro diarios deportivos locales y cuyas preguntas fueron hechas por cada director de As, Marca, Sport y Mundo Deportivo.
El mallorquín fue consultado acerca de lo negativo que tiene esta cuarentena y sorprendió al explicar que para él, por su edad, es muy riesgoso: “Tanto a Pau como yo tenemos una edad avanzada por lo que todos los parones en el tiempo creo que nos perjudican, especialmente. Y nos perjudica el no competir, pero el no entrenar también”.
“Para un cuerpo como el mío, que está castigado, llevo un mes y medio sin tocar una raqueta y para mi es muy perjudicial. Para un deportista profesional es muy perjudicial porque no es un tema de estar parado voluntariamente, es un tema de que mi brazo cuando vuelva a golpear una pelota me va a doler en muchos sitios: me va a doler la muñeca, el codo… Estar parado en el tiempo, el riesgo de lesión en la vuelta es muchísimo más grande que cuando uno mantiene una actividad por pequeña que sea”, alertó.
“Si pudiera entrenar 30 minutos al día el tenis, ejercitando los músculos del tenis, creo que sería un gran avance al nivel de que mi cuerpo pudiera estar menos oxidado cuando lo necesite”, consideró el tenista español más laureado de la historia y agregó: “La preocupación sí que existe en mi caso. Existe porque al final el cuerpo necesita actividad, yo hago en casa lo que puedo, pero el cuerpo cuando le das un parón de manera drástica, es difícil en cuerpos castigados volver a ponerlos en marcha”.
“Creo que el riesgo en una edad avanzada es más alta que antes”, se lamentó al mismo tiempo que entendió que “para volver a desarrollar una actividad completamente normal tendremos que encontrar una vacuna o algo que cure definitivamente el virus, cosa que a día de hoy no estamos aún preparados para ello”.
En cuanto al futuro, Nadal mantiene la confianza de que todo vuelva a ser lo más parecido posible a lo que se vivía antes de la llegada del COVID-19: “No veo un futuro sin poder abrazarte con la gente habitualmente, reencontrarme con alguien del circuito que no veo desde hace muchos meses y no poder darle un abrazo. Yo confío que esto se pueda solucionar, hasta que no se solucione hay que tener la máxima precaución”.
Sin embargo, también aseguró que se vienen “tiempos muy difíciles” en muchos temas: “A nivel económico creo que vamos a sufrir muchísimo y en todos los sectores, pero especialmente, en el turismo el impacto va a ser devastador para muchos. Hay que estar fuertes”, sentenció.