China anunció el miércoles que su parlamento abrirá para celebrar una importante sesión anual el 22 de mayo, lo que supone una nueva señal de que Pekín considera que el país está volviendo a la normalidad después de haberse visto reducido a la parálisis durante meses por la epidemia de COVID-19.
Durante la reunión del Congreso Nacional del Pueblo en la capital, los delegados ratificarán leyes claves, y el Gobierno revelará los objetivos económicos, establecerá las proyecciones de gasto en defensa y anunciará cambios de altos cargos. El Partido Comunista, que está en el poder, también suele anunciar iniciativas políticas en esta cita.
Inicialmente estaba previsto que la sesión comenzara el 5 de marzo, pero se pospuso debido al coronavirus, que ha infectado a casi 83.000 personas y ha matado a más de 4.600 en China tras emerger a finales del año pasado en la ciudad central de Wuhan.
A medida que la epidemia ha remitido, la vida económica y social volvió gradualmente a la normalidad, haciendo posible que el congreso se reúna, según dijo la agencia de noticias oficial Xinhua, que basó su información en comentarios del máximo órgano decisorio de la cámara legislativa. Reuters