Estados Unidos denunció el jueves pagos con oro de Caracas a Teherán por insumos para su alicaída industria petrolera, señalando que Irán es “el último actor nocivo” que apoya al régimen de Nicolás Maduro después de Cuba, Rusia y China.
El principal diplomático estadounidense para asuntos venezolanos, Elliott Abrams, dijo que “Irán está jugando un papel cada vez mayor” en Venezuela, durante una videoconferencia organizada por el centro de análisis Hudson Institute y conducida por la exportavoz del Departamento de Estado Heather Nauert.
“Estamos viendo a Irán enviando más y más aviones a Venezuela, particularmente esta semana. Y creemos que se les paga con oro, que los aviones que vienen de Irán que están trayendo cosas para la industria petrolera están regresando con los pagos por esas cosas: oro”, afirmó Abrams.
El diplomático recordó que el secretario de Estado, Mike Pompeo, denunció el miércoles “transferencias de apoyo” realizadas en los últimos días “al régimen de Maduro” por Mahan Air.
Esta aerolínea con sede en Irán está desde hace años bajo sanciones de Estados Unidos, acusada de apoyar a la fuerza paramilitar iraní Guardianes de la Revolución y de llevar equipamiento militar a zonas en conflicto en Medio Oriente. Alemania y Francia también la tienen en su lista negra.
“Estos vuelos deben parar”, dijo Pompeo, instando a los países a negar el ingreso de Mahan Air a su espacio aéreo.
Abrams dijo que este respaldo de Irán muestra que “ni Rusia ni China están dispuestas a darle un centavo a su gran amigo Maduro”, quien según dijo buscó sin suerte el año pasado préstamos e inversiones adicionales de Moscú y Pekín en el sector petrolero, motor de la economía del país sudamericano.
Aunque Venezuela tiene las mayores reservas probadas de crudo del mundo, su industria petrolera está seriamente afectada por la corrupción y la falta de inversión en mejoras y mantenimiento, según analistas y la disidencia venezolana.
– “No es sorprendente” –
Consultado sobre el nuevo “ministro de Petróleo” del chavismo, Tareck El Aissami, nombrado esta semana con miras a resucitar la industria del crudo, Abrams subrayó que el funcionario no sólo está sancionado por el Tesoro de Estados Unidos, sino que ha sido inculpado por la justicia estadounidense por narcotráfico, y confirmó sus presuntos vínculos con Irán y con el movimiento chiita libanés con respaldo iraní, Hezbolá.
El Departamento de Estado ofrece desde hace un mes una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que permita detener a El Aissami.
“Este es un régimen que trata con algunos de los peores Estados y entidades del mundo, y no es sorprendente que busque ayuda ¿dónde? En Irán”, opinó Abrams sobre el régimen de Maduro.
Pompeo ha acusado a Maduro de dar refugio a simpatizantes de Hezbolá, lo cual consideró “simplemente inaceptable”.
Maduro y el presidente iraní, Hasan Rohani, acordaron “fortalecer” la “cooperación entre ambas naciones” durante un diálogo telefónico el 13 de abril, según la Cancillería chavista.
“Reiteraron su denuncia contra las medidas coercitivas unilaterales impuestas ilegal y arbitrariamente por la Administración Trump contra sus pueblos, a la vez que ratificaron que lucharán en conjunto contra esas crueles e inhumanas sanciones”, señaló el régimen de Maduro en un comunicado.
Teherán y Washington, enemigos desde hace más de 40 años, están aún más enfrentados desde que Estados Unidos denunció unilateralmente, en 2018, el acuerdo internacional sobre la energía nuclear iraní y reimpuso fuertes sanciones económicas a Irán, al que acusa de “expandir su influencia maligna en todo el mundo”.
El gobierno de Donald Trump encabeza desde enero de 2019 la presión internacional contra el regimen de Maduro, cuya reelección en 2018 considera fraudulenta y a quien atribuye corrupción generalizada y graves abusos de los derechos humanos.
Pero a pesar de una batería de sanciones de Washington, que afectan entre otros al sector petrolero y al del oro, Maduro se mantiene en el poder con el respaldo de las fuerzas militares y de Cuba, así como de China y Rusia, sus principales acreedores.
En medio de una aguda crisis económica, agravada desde el inicio de su mandato en 2013, Maduro ha encontrado una fuente de financiamiento en la explotación de oro, que según la disidencia fluye de manera irregular para eludir las sanciones.
AFP