ALnavío: Michelle Roche, la tragedia de Venezuela son los mediocres capaces de cualquier barbaridad

ALnavío: Michelle Roche, la tragedia de Venezuela son los mediocres capaces de cualquier barbaridad

Esta es la primera vampiresa en la literatura venezolana / Facebook: Michelle Roche Rodriguez

 

Ensayista, narradora y periodista, Michelle Roche Rodríguez (1979) acaba de publicar su primera novela en España: Malasangre. En Malasangre, tan importante como la historia de la joven vampiresa, es el escenario donde tiene lugar la novela: la Venezuela de 1921. En el relato se siente el sustrato de una acuciosa investigación. Así lo reseña alnavio.com

Por Nelson Rivera (El Papel Literario/ALN)





Michelle Roche, autora de Malasangre, revela que mientras investigaba para darle forma a la novela, “encontré libros y blogs de personas que decían admirar la época, pero que en realidad eran fanáticos del general Gómez. Esto me puso los pelos de punta, porque no acabo de comprender qué nos seduce tanto a los venezolanos de los hombres de armas. Lo que me parece interesante de los años 20 es que mientras en nuestro país éramos los peones de una enorme hacienda y vivíamos en una sociedad aún colonial, en el resto del mundo habían comenzado los grandes cambios sociales y culturales, incluidos el movimiento sufragista y las vanguardias”.

-Quiero preguntarle por su interés en el vampirismo y sus expresiones literarias. La narradora de Malasangre comenta algunas obras con criterio y precisión. ¿Leer a esos autores fue parte de la investigación específica asociada a la escritura de su novela o es un viejo gusto narrativo suyo?

-En Malasangre, el gótico me salió natural, porque me interesa el género desde mis primeras lecturas. Leí El retrato de Dorian Gray (1890) y Drácula (1897) a los 13 años, no mucho después de Frankenstein (1818), poseída por un vértigo que me hizo devorar varias colecciones de relatos del género. Pero no comencé la escritura de Malasangre desde lo fantástico: al principio fue una novela de formación anclada en la historia del país. Fue cuando tuve necesidad de darle sentido a la rebeldía de Diana y contextualizarla en la tiranía militar que emergió la vampira de las sombras lo siniestro.

-¿Hay en la literatura venezolana, al menos entre la que Usted ha tenido oportunidad de leer, alguna vampiresa? ¿Diana, su protagonista, podría ser la primera?

-Creo que no hay vampiresas, pero los más indicados para responder esto son Violeta Rojo y Carlos Sandoval, críticos de literatura y fanáticos del género. En todo caso, fuera del cuento “Carmila” (1872) de Sheridan Le Fanu y la novela La condesa sangrienta (1962) de Valentine Penrose, no tomé en cuenta ninguna otra vampiresa literaria para moldear a Diana. En los relatos clásicos, el personaje se construye desde la perspectiva masculina, como en “La muerta enamorada” (1832) de Téophile Gautier, y los poemas “Metamorfosis del vampiro” (1857) de Charles Baudelaire y “La vampira” (1897) de Rudyard Kipling, que sirve de epígrafe a Malasangre. Sí dedico una escena a la película Había un necio basada en el poema de Kipling, porque la vamp encarnada en Theda Bara es el modelo con que entonces se podía leer a Diana. Pero todas estas referencias son menores, pues Diana proviene principalmente de dos obras de formación: El guardián en el centeno (1951) de J.D. Salinger y, en particular, de Ifigenia (1926) de Teresa de la Parra.

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