El producto interior bruto (PIB) de Francia sufrió en el primer trimestre una caída del 5,8 %, la mayor desde que se creó la serie histórica en 1949, a causa del parón de la actividad por las medidas de confinamiento desde mediados de marzo.
El Instituto Nacional de Estadística (INSEE), que publicó este jueves su primera estimación de esos tres primeros meses del año, destacó en un comunicado que ese desplome es muy superior al 1,6 % del primer trimestre de 2009 en plena la crisis financiera e incluso al 5,3 % del segundo trimestre de 1968, cuando se produjo la famosa revuelta estudiantil y obrera de ese año.
En el descenso del primer trimestre de 2020 pesó en primer lugar el retroceso del 6,6 % de la demanda interna por el bajón del consumo privado en un 6,1 % y el de la inversión en un 11,8 %.
En el consumo, se resintió en particular el de bienes fabricados (-16,3 %), mientras que como contrapunto el gasto alimentario subió un 2,4 %.
Por el lado de la producción, la baja fue del 5,5 %, con una evolución particularmente acusada en la construcción (-12,6 %). La caída también fue muy significativa en la industria manufacturera (-5,8 %) y en los servicios (-5,7 %).
Las exportaciones francesas se redujeron durante los tres primeros meses un 6,5 %, mientras las importaciones lo hicieron a un ritmo algo menor, del 5,9 %.
En conjunto, el comercio exterior restó dos décimas al PIB trimestral, cuando en el último trimestre de 2019 le había amputado una décima.
Por efecto de la situación particular generada por la crisis del coronavirus y en particular por las medidas de confinamiento obligatorio en Francia desde el 17 de marzo, las variaciones de existencias tuvieron un impacto positivo de nueve décimas en el PIB.
El Gobierno francés, que ha tenido que revisar sus previsiones en varias ocasiones conforme se concretaba esa crisis, estima por ahora que la actividad en Francia bajará un 8 % en el conjunto de 2020.
EFE