“Creí que lo encontraría más tarde. Intenté hablar con él muchas veces, pero no se dio. Quedará para otra vida”
Este viernes se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Ayrton Senna, el hombre que marcó un antes y un después en la historia de la Fórmula 1 y que es considerado por varios expertos como el mejor piloto de la categoría de todos los tiempos. Una de las personas que mejor lo conoció fue Maria da Graça Meneghel Flores, más conocida como Xuxa, quien se enamoró del deportista y con quien protagonizó un intenso romance.
Por infobae.com
La conductora, actriz y modelo brasileña estuvo en pareja con el corredor de automovilismo entre 1988 y 1990, dos años auspiciosos para ambos a nivel profesional e intensos a nivel sentimental. ¿Cómo fue que se conocieron, se enamoraron a primera vista, prometieron casarse, pero su relación apenas duró dos años?
En 1987, el piloto estaba en pareja con Adriane Yamin, quien en ese momento era un adolescente de solo 15 años y él ya era corredor de F1. La relación fue un secreto hasta que la joven fue mayor de edad, sin embargo, cuando ella cumplió 19, el deportista le explicó que la sentía demasiado inmadura y prefería entonces poner punto final a ese romance. En su libro Minha Menina, publicado en 2019, Yamin reveló que semanas después de la ruptura se enteró que había otra mujer en la mente de su ex.
Quien había irrumpido en el corazón de Senna era nada menos que Xuxa, tal vez la mujer más famosa de aquel momento en Brasil.
Para ese entonces, la blonda ya era toda una estrella gracias a su programa de televisión infantil que se transmitía por la cadena Rede Globo, tanto es así que el diario francés Libération la había incluido en 1987 en la lista de las 10 mujeres más destacadas del planeta, junto con la primera ministra inglesa Margaret Thatcher. Sus películas eran un éxito, sus discos se vendían de a millones y el ilari lari larie oh oh oh oh era entonado por la mayoría de los niños de América Latina.
El primer cara a cara entre ambos fue en 1987, en uno de los programas de Xuxa. Al finalizar el mismo, el piloto enloqueció y buscó por todos los medios conseguir su contacto. “Llamó a todos los teléfonos de la cadena Globo para hablar conmigo, y cuando llegó allí dijo, ‘Mira, quiero conocerte’. No podría decir que no”, reveló años más tarde.
Quien se encargó de organizar el encuentro fue Marlene Mattos, ex agente de la conductora, quien no sólo debía estar a cargo de la gestión; también de lo más importante, que nada se filtrase entre la prensa. Fue así que el 15 de diciembre de 1988, los amantes tuvieron su primera cita en la casa de Xuxa.
“Cuando nuestras manos se tocaron fue muy fuerte. Hasta Zé, mi perro, se enamoró de él. Aquella noche conversamos mucho. Él me contó sobre la experiencia que había tenido en Japón, cuando decía que habló con Dios y otros asuntos”, reveló tiempo después la modelo que a los 19 años ya había sido parte de la revista Playboy. “Nos conocimos y en lugar de saludarnos nos tocamos con las manos, en lugar de besarnos nos olíamos, tenía un humor muy diferente”.
Lo más curioso de aquel encuentro es que duró casi 10 días, porque el ex corredor se marchó rumbo a San Pablo recién para Nochebuena, ya que debía reunirse con su familia para pasar las Fiestas. Incluso, en ese período se mostraron juntos frente a cámara en un especial navideño conducido por la artista, en el que Senna fue el invitado de lujo. La escena de amor que protagonizaron, quedó grabada en la memoria de todos los televidentes.
Para el final de la ceremonia, que fue acompañada por el grito de más de 10 niños y niñas, el color rojo del lápiz labial de Xuxa estaba por todo el rostro del flamante campeón mundial de la Fórmula 1, quien de la vergüenza se había quedado mudo.
El año siguiente fue muy intenso para ambos, por lo que las profesiones comenzaron a interponerse en su relación. Senna recorría el mundo con el objetivo de sumar un nuevo trofeo para la escudería McLaren, mientras que su novia debía quedarse en Brasil para continuar con su exitosa carrera.
Ambos tenían dinero, eran famosos y por fin habían encontrado a alguien que los apreciaba por encima todo eso. Era amor real y sus personalidades encajaban, incluso la prensa pedía boda: “Nos casaremos cuando gane el Gran Premio de Brasil”, aseguró ella entre risas durante una entrevista en aquel entonces. Pero era difícil poder seguir con la relación si no podían encontrarse en persona y encima la prensa ya estaba al tanto del romance.
Algunas versiones culpan a Marlene Mattos de lo que ocurrió en 1990. Estas voces señalan que la representante entendía que Ayrton era un problema para su cliente, quien estaba en la cúspide de su carrera y muchas veces había querido cancelar contratos para viajar a Europa o Estados Unidos para encontrarse con su novio. Sin embargo, estos trascendidos nunca fueron comprobados.
“Nos separamos el 26 de marzo de 1990. Así como él quería a una persona que lo acompañase en los grandes premios, yo quería a alguien que me acompañase a mis compromisos”. Ambos pusieron sus compromisos laborales por sobre el amor.
Pese a aquella afirmación de Xuxa, la última vez que se los vio en público fue para el Gran Premio de Mónaco de 1990: “Vine como cualquier brasileño a hinchar por Ayrton, ya que aquí nunca vi una carrera de Fórmula 1”, señaló en ese momento. Sí, aunque parezca insólito durante su noviazgo ella nunca lo vio competir.
En esa temporada y la siguiente, Senna obtuvo dos títulos mundiales más de Fórmula 1. Justamente en la campaña de 1991 ganó además el GP en el circuito de Interlagos, Brasil, pero la boda con Xuxa ya no era posible porque la relación era cosa del pasado.
El 1 de mayo de 1994, durante el Gran Premio de San Marino, el brasileño perdió el control de su monoplaza en la curva de Tamburelo (por razones que aún hoy se discuten) y el vehículo se estrelló contra uno de los paredones. El tricampeón mundial se convirtió en leyenda aquel día.
Xuxa estuvo presente en el velatorio, a pesar de que en ese momento Ayrton estaba en pareja con otra mujer muy codiciada: Adrianne Galisteu, también actriz, modelo y presentadora. Ese mismo día, Viviane, hermana del piloto, confesó el destino se había interpuesto en los planes de amor que ambos tenían: “En el fondo, creían que volverían a encontrarse”.
Fue la propia artista brasileña quien en el funeral reconoció ante las cámaras: “Creí que lo encontraría más tarde. Intenté hablar con él muchas veces, pero no se dio. Quedará para otra vida”.