A medida que los países permanecen congelados en el encierro y miles de millones de personas pierden sus medios de vida, las cifras están presionando para que suceda un cambio que marcaría el final de la pandemia del coronavirus: una vacuna.
Por: CNN
Pero hay otra posibilidad, el peor de los casos: que nunca se desarrolle ninguna vacuna. En este resultado, las esperanzas de la gente se elevan repetidamente y luego se desvanecen, ya que varias soluciones propuestas se caen antes del obstáculo final.
En lugar de erradicar el covid-19, las sociedades podrían aprender a vivir con él. Las ciudades se abrirían lentamente y se devolverían algunas libertades, pero con una correa corta, si se siguen las recomendaciones de los expertos. Las pruebas y el rastreo físico se convertirán en parte de nuestras vidas a corto plazo, pero en muchos países, una instrucción abrupta de autoaislamiento podría llegar en cualquier momento. Se pueden desarrollar tratamientos, pero los brotes de la enfermedad aún podrían ocurrir cada año, y la cifra global de muertes continuaría aumentando.
Es un camino raramente apoyado públicamente por políticos, que hablan con optimismo sobre los ensayos en humanos que ya están en marcha para encontrar una vacuna. Pero muchos expertos se toman muy en serio esa posibilidad, porque ya sucedió antes. Varias veces.
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