Los casos de coronavirus en India superaron los 50.000, dijo el jueves el Ministerio de Sanidad, y el ritmo de las nuevas infecciones no muestra señales de remitir a pesar de un estricto confinamiento de varias semanas en el segundo país más poblado del mundo.
La India añadió 3.561 nuevos casos, con un total de 52.952, por detrás de los más de 82.000 de China, donde se originó el virus, mientras que el número de muertes aumentó en 89 hasta las 1.783, una cifra baja en comparación con la de Estados Unidos, Reino Unido e Italia.
Las autoridades atribuyeron el bajo número de víctimas a la medida del Gobierno de imponer un orden de permanencia en el hogar a los 1.300 millones de habitantes de la nación al principio del ciclo, pero observaron un aumento repentino de los casos en los densos centros económicos de Bombay, Delhi y Ahmedabad.
El ministro de Sanidad indio, Harsh Vardhan, dijo que Maharashtra, el estado donde se encuentra Bombay, es un área de especial preocupación, añadiendo que el Gobierno federal está dispuesto a ayudar.
Esta semana, la India permitió que se reanudara cierta actividad económica en las partes menos afectadas del interior del país para reducir el daño laboral causado a cientos de miles de personas durante semanas, con escasez de alimentos y liquidez.
Sin embargo, la propagación de los contagios aumentará la presión para que el primer ministro Narendra Modi mantenga las restricciones y no se descontrole la pandemia sobrecargando el limitado sistema de salud pública. Reuters